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Pelotas para explorar Marte

  • Una verdadera flotilla de sondas explora Marte en la actualidad
  • Unas sencillas sondas hinchables podrían formar parte de futuras exploraciones
  • Necesitan desarrollo, pero los prototipos se muestran prometedores

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En 2004 un prototipo de este tipo de "bolas" recorrió 70 kilómetros por la Antártida en ocho días recogiendo y enviando datos
En 2004 un prototipo de este tipo de "bolas" recorrió 70 kilómetros por la Antártida en ocho días recogiendo y enviando datos

Pocos cuerpos del sistema solar aparte de la Tierra han sido tan estudiados como Marte, donde a pesar de la aparente maldición que pesa sobre las naves espaciales allí enviadas hoy en día tenemos una verdadera flotilla de sondas.

La mayoría de ellas se encuentran en órbita alrededor del planeta; otras, como las Viking, aterrizaron en su superficie para enviar imágenes y mediciones desde allí.

Pero sin duda una de las misiones que en los últimos tiempos más éxito ha tenido es la de Spirit y Opportunity, dos robots móviles que llevan más de seis años recorriendo la superficie de nuestro vecino aún cuando la duración planeada de la misión era de 90 días marcianos, lo que equivale a unos 92 días terrestres.

Spirit y Opportunity han sido misiones relativamente baratas comparadas con otras, y más si tenemos en cuenta todo el tiempo que llevan funcionando, con un coste estimado de unos 820 millones de dólares para su diseño, construcción, lanzamiento, aterrizaje y operación durante los primeros 90 días.

Curiosity acompañará a Spirit y Opportunity

Esta previsto que, si siguen en funcionamiento para entonces, a partir del otoño de 2012 se una a ellos el Mars Science Laboratory, bautizado como Curiosity, un vehículo tres veces más pesado y el doble de grande que ellos que aunque será más capaz también tiene un coste más elevado, estimado por el momento en unos 2.300 millones de dólares.

Además del precio, alto o bajo, y siempre según con qué se compare, estos vehículos son mecánicamente complejos, de ahí las conservadoras estimaciones en cuanto a su duración -aunque el MSL está pensado para durar al menos un año marciano, lo que equivale a 688 días terrestres-.

Bolas llevadas por el viento marciano

Así que independientemente de que se sigan planeando misiones de este estilo, el famoso Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (probablemente más conocido como JPL por sus  siglas en inglés) presentó hoy en el congreso Earth and Space 2010 un diseño alternativo para los futuros rover, mucho más sencillo y barato.  

Se trata de unas esferas hinchables de un metro y medio de diámetro que serían propulsadas de un lugar a otro por los vientos de la atmósfera marciana, igual que las plantas corredoras que a veces se ven en las películas del oeste.

Esto supondría cambiar una navegación de precisión pero lenta como pueden hacer Spirit, Oportunity y Curiosity, por una movilidad mucho mayor pero dependiente del azar, aunque un péndulo interno desplazable podría servir para intentar "sugerir" la dirección de movimiento del globo.

El globo podría deshicharse parcialmente para quedarse estático

El globo podría también deshincharse parcialmente para quedarse estático en un sitio determinado si desde el control de la misión decidieran que esto es conveniente por cualquier motivo.

La idea no es nueva, y fue propuesta originalmente ya en 1977 por Jacques Blamont, científico de la Universidad de París y del JPL, aunque el modelo presentado hoy viene de la huida por el desierto de Mojave adelante de una de las ruedas inflables de un rover que el JPL estaba probando allí.

Quedan aún muchas dificultades que solventar, entre ellas la de diseñar instrumentos lo suficientemente pequeños que hagan de estos tumbleweed rover, que es como se llaman en inglés, algo más que estaciones meteorológicas rodantes, o fuentes de alimentación que les permitan una duración razonable de la misión, aunque el propio movimiento del vehículo podría aprovecharse para esto, pero desde luego la idea es intrigante y no parece demasiado descabellada.

De hecho, en 2004 un prototipo de este tipo de "bolas" recorrió 70 kilómetros por la Antártida en ocho días recogiendo y enviando datos de posición, temperatura del aire, presión, humedad e intensidad de la luz a través de la red Iridium sin ningún tipo de problema.

En el futuro, oleadas de estos "exploradores pelota" podrían recorrer zonas de Marte -o de otros planetas o cuerpos del sistema solar- para recoger datos acerca de ellos y quizás actuar como exploradores para luego escoger los sitios más interesantes a los que enviar sondas más elaboradas y, puede que algún día, incluso hasta algún astronauta.