La Fura dels Baus, al abordaje de la Scala de Milán con un espectacular 'Tannhäuser'
- La compañía catalana lleva la obra de Richard Wagner a Bollywood
- El foso estará Zubin Mehta, que regresa a Milán después de 30 años
Notas moviéndose en el pentagrama delante del espectador, una calavera formada por los cuerpos desnudos de seis personas un ciclón que se lleva al protagonista al final del segundo acto.
No, no estamos ante un Tannhäuser ecléctico, sino a lo mejor ante lo que deseó hacer Wagner para ese hombre hecho a sí mismo que recorre la línea del destino marcada profundamente en su mano. Y la Fura dels Baus lo ha hecho realidad. El arrojo escénico toma la Scala de Milán.
Cinco años trabajando juntos, La Fura dels Baus y el director de orquesta Zubin Mehta, han servido para crear la Metafura, un término al que se refiere el director del montaje, Carlus Padrissa.
La India, escenario wagneriano
Este Tannhäuser se desarrolla en la India, con escenarios que recrean Bollywood. Una idea que aportó el propio director de orquesta. Carlus Padrissa corrió a la India ante la sugerencia de Mehta y comprobó que era el escenario perfecto para recrear, hoy, el ambiente que pudo imaginar Wagner.
La Fura dels Baus coloca 150 personas en el escenario para esta historia de inconformismo y de amor. Una pieza de erotismo donde sutilmente aparecen varios desnudos difuminados en el colectivo.
Se trata de un montaje integral. Y ése es uno de los grandes desafíos: conseguir que los actores se muevan a la vez que las imágenes sobre las supuestamente se desplazan. Así se puede ver a unas personas caminando sobre el agua y cómo se remueve ésta por el paso. El encargado de las imágenes y vídeo es Franc Aleu.
Una gran ópera romántica
Ésta es una gran ópera romántica, exuberante, riquísima de ideas dramáticas y musicales. La gran mano de Guido se mueve a lo largo de todo el escenario y es articulada. De esta manera, emula muchos de los movimientos de la articulación humana. Todo con un efecto espectacular. La mano de Guido mide 10 metros.
Pero en esta caja de sorpresas cabe hasta una piscina que se llena con 7000 litros de agua proveniente de las lágrimas de Elisabeth, los planos verticales que se transforman en horizontales.
Por primera vez, La Fura dels Baus trabaja con una deportista de elite, una campeona italiana de natación sincronizada que deleita al espectador dentro de una piscina transparente.
La temporada de ópera de la Scala alza la ceja porque la indiferencia no cabe en este espectacular montaje de la compañía catalana.