El Gobierno chileno rebaja a 452 los muertos por el terremoto y a 800.000 los damnificados
Adem
- Además, habría 96 personas desaparecidas y 200.000 viviendas destruidas
- El baile de cifras de fallecidos provocó la salida de varios altos cargos
El ministro chileno del Interior, Rodrigo Hinzpeter, ha cifrado en 452 el número de muertos por el terremoto y tsunami que el pasado 27 de febrero afectó al sur de Chile, 45 menos de los que informó el anterior gobierno en su último informe.
Además, Hinzpeter ha señalado que hay 96 desaparecidos y 800.000 damnificados, cifra que contrasta con los dos millones de los que se informó en los primeros días.
Esta es la primera cifra oficial de fallecidos que difunde el nuevo gobierno chileno del presidente Sebastián Piñera, en el poder desde el pasado día 11 de marzo, y que esta semana creó un equipo de seis especialistas para revisar la información dada hasta ahora sobre las víctimas.
El pasado día 3, el entonces subsecretario del Interior, Patricio Rosende, anunció que las víctimas ascendían a 802, pero cinco días después estableció en 497 el número de muertos plenamente identificados hasta el momento.
El baile de cifras de fallecidos y la descoordinación entre la Oficina Nacional de Emergencia y el Servicio Hidrógrafico de la Armada provocó los ceses y dimisiones de sus altos cargos.
Un millón de alumnos sin poder ir a clase
El director general de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), Marcos Vásquez, elevó este miércoles a más de medio millar el número de víctimas mortales identificadas.
Por su parte, Hinzpeter ha estimado este viernes en 200.000 las viviendas destruidas y en 40.000 las escuelas con graves daños estructurales, lo que afecta a un millón de alumnos en todo el país.
En el caso de los desaparecidos, el Gobierno envió ayer al Congreso un proyecto de ley de urgencia con el fin de reducir de un año a noventa días el tiempo que tendrán que esperar sus familiares para declararlos muertos.
El ministro de Justicia, Felipe Bulnes, explicó que esta medida pretende que los parientes de desaparecidos puedan cobrar sus herencias, recibir los seguros de vida contratados y tramitar las pensiones que correspondan.