El primer ministro ucraniano bendice su despacho para expulsar el espíritu de Tymoshenko

• Según Azarov "era muy difícil respirar" y tras la bendición fue "más fácil"
• Con fama de arrogante, descarta que las mujeres participen en el Gobierno

El primer ministro ucraniano, Mykola Azarov, durante una sesión del Parlamento en Kiev.

"Era muy difícil respirar. Después de la bendición fue más fácil". Increíble, pero cierto. El primer ministro ucraniano, Mykola Azarov, ha pedido a un sacerdote ortodoxo que bendiga su oficina a fin de exorcizar el espíritu de su predecesora, Yulia Tymoshenko, ahora en la oposición.

La operación ha sido realizada por un sacerdote de Laure de Petchersk, un famoso monasterio ortodoxo de Kiev, que data del siglo XI.

Azarov, conocido como un burócrata arrogante, contrasta con la carismática e imprevisible Tymoshenko, que ha abandonado el gobierno tras perder en las elecciones presidenciales de febrero frente a su rival Viktor Yanukovych.

El nuevo primer ministro ha criticado en repetidas ocasiones a Tymoshenko, acusándola de haber arruinado el país, duramente golpeado por la crisis económica mundial, y que ha visto como su PIB se desplomó un 15% el año pasado.

Comentarios machistas

Quizás culpe a Tymoshenko de arruinar el país por ser mujer, ya que Azarov ha declarado que las mujeres no deberían hacer reformas en tiempos de crisis.

"La situación en el país es difícil y el Gobierno ha escogido a personas que puedan trabajar 16 ó 18 horas al día. Por lo tanto, no es un asunto de mujeres realizar reformas", ha explicado para defender la falta de representantes femeninas en el Gobierno.

Ucrania, duramente golpeada por la crisis económica mundial, ha visto como su PIB se desplomó un 15% el año pasado.

Durante la campaña presidencial, Yanukovich también se ha retratado mediante comentarios misóginos que instaban a sus rivales a "irse a la cocina".

Una pequeña organización feminista de Ucrania, Femen, realizó el miércoles una manifestación frente a la sede del Gobierno en Kiev para protestar contra la ausencia total de mujeres en el nuevo gobierno.

Una docena de jóvenes vestidos con trajes de los hombres gritaban: "Dame un cuero" y "Pongámonos a trabajar!". Cuando la policía les impidió acercarse al edificio gubernamental, las manifestantes se desnudaron.