Las Damas de Blanco vuelven a desfilar por La Habana por quinto día consecutivo
- La marcha ha transcurrido sin incidentes pero con insultos de los castristas
- Protestan por el ingreso en prisión de sus familiares, acusados de mercenarios
Unas 60 Damas de Blanco, familiares de 75 opositores cubanos detenidos en 2003, han desfilado este viernes por La Habana, por quinto día consecutivo, rodeadas de policías y cientos de partidarios de los hermanos Fidel y Raúl Castro, que las insultaron y abuchearon, aunque no hubo incidentes mayores.
Las mujeres salieron de la casa de su portavoz, Laura Pollán, con flores y en dos filas, como es habitual en las protestas que se repiten desde que sus parientes, de los que 53 permanecen en prisión, fueron condenados a penas de hasta 28 años de cárcel, acusados de "mercenarios" de Estados Unidos.
Tras desfilar unos veinte minutos, las Damas de Blanco entraron a una iglesia católica del centro de la ciudad para asistir a misa, y a la salida comenzó la contra manifestación oficialista.
Insultos de los castristas
Los partidarios del presidente cubano, Raúl Castro, y de su hermano mayor y antecesor, Fidel, primer secretario del gobernante Partido Comunista, las siguieron de regreso a la casa de Pollán vociferando lemas como "vendepatrias", "gusanas", "Cuba si, yankis no", "Viva Fidel" o "abajo la gusanera".
Un triple cordón de policías uniformados y agentes de la seguridad estatal se interpuso entre las Damas de Blanco, que permanecían calladas, y los seguidores oficialistas que las increpaban, en una escena habitual en La Habana cada marzo, cuando se cumple el aniversario de la llamada "Primavera Negra" de 2003.
El cortejo, que también incluía a decenas de corresponsales, se disolvió poco después de que las opositoras volvieron a entrar a la casa de su portavoz.
Pollán se despidió de la contra manifestación haciendo la señal de la victoria con los dedos, al igual que otras integrantes de ese grupo, que recibió en 2005 el "Premio Sájarov", que concede cada año el Parlamento Europeo a defensores de la libertad y la democracia.
La portavoz tiene el brazo derecho vendado e inmovilizado desde los incidentes del miércoles pasado, cuando policías uniformados y de civil interrumpieron la marcha y las arrastraron o alzaron con violencia para obligarlas a subir a empellones en dos autobuses que las llevaron de vuelta a la casa de Pollán.
Al igual que en días anteriores, entre las opositoras estaba Reyna Tamayo, cuyo hijo, Orlando Zapata, considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional, falleció el pasado 23 de febrero tras una huelga de hambre de 85 días.