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Felipe González pide "grandes pactos" para acometer "importantes reformas estructurales"

  • "España ahora está entre los peores de la clase", ha dicho el ex-presidente
  • González también ha defendido las modificaciones de los impuestos

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El ex presidente del Gobierno Felipe González ha defendido que España ha sido víctima de la divergencia de políticas económicas en la Unión Europea y que necesita grandes "pactos nacionales" para acometer "importantes reformas estructurales".

"La Unión Monetaria [Europea] y el Pacto de Estabilidad tenían un magnífico alumno en España hace dos años y ahora está entre los peores de la clase", ha explicado González en Nueva York, durante su intervención en unas jornadas organizadas por el Centro Rey Juan Carlos I de España, perteneciente a la Universidad de Nueva York, y la Fundación Euroamérica.

Quien dirigiera el Gobierno español entre 1982 y 1996 ha defendido que España ha sufrido las consecuencias de "un fallo de gobernanza en la UE" derivado de tener una moneda única -y por tanto una sola política monetaria-, un pacto de estabilidad y un mercado interior sin fronteras, pero carecer de políticas económicas coordinadas.

Esa "divergencia en las políticas económicas" ha provocado que "el país con mejores cuentas públicas y el que mejor cumplía el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, junto a Irlanda, sufra lo que ya hace dos años advertimos un grupo de amigos: choques asimétricos en el espacio de la UE ante una crisis financiera como ésta".

Modificar los impuestos

En ese sentido, ha recordado que cuando comenzó la crisis España tenía un 2,5% de superávit y un endeudamiento del 37% sobre el producto interior bruto (PIB), cuando los límites del Pacto de Estabilidad eran del 3% de déficit y del 60% de deuda. El déficit actual de España es del 11,4% y el endeudamiento supera el 60%.

Vendíamos al exterior mucho menos de lo que comprábamos

González ha achacado este deterioro también a que "el país iba mal, porque tenía una gran divergencia en su economía real: vendíamos al exterior mucho menos de lo que comprábamos", de forma que la balanza comercial y de pagos estaban "en cifras alarmantes, sólo comparables a las de Estados Unidos".

Por ello, "tenemos por delante reformas muy importantes que hacer que exigen, en contra de lo que han interpretado hace una semana, grandes acuerdos nacionales", ha defendido. En su opinión hay varias partidas económicas fundamentales y difíciles de recortar que "no se han explicado", y que habérselas formulado a la oposición en los debates parlamentarios "hubieran dado al Gobierno una cierta ventaja".

Esas partidas son los impuestos, que sería "ridículo" bajarlos porque haría que la caída fuera "aún más rápida", al igual que el gasto social, "que nadie propondría recortarlo porque nadie quiere quedar mal", y la inversión pública y el rescate a la banca, ha precisado el ex presidente del Gobierno.