El chileno Insulza, reelegido por aclamación secretario general de la OEA
- Seguirá al frente de la organización para el periodo 2010-2015
- Recibió el respaldo unánime de los 33 estados miembros
El chileno José Miguel Insulza ha sido reelegido por aclamación secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para el período 2010-2015, en una Asamblea General Extraordinaria en la que no hubo otros candidatos.
Insulza, de 66 años, que recibió el respaldo unánime de los 33 países miembros activos del máximo organismo continental, iniciará su nuevo mandato de cinco años a finales de mayo, cuando termine su actual período como titular del máximo organismo continental.
El secretario general, que contaba desde hace semanas con más que suficientes apoyos para ser reelegido cómodamente, se aseguró el lunes también el importante voto de EEUU y en las últimas horas el respaldo de Ecuador y de Perú.
El chileno necesitaba reunir como mínimo 18 votos para ser reelegido para otro período de cinco años, pero los Estados miembros optaron por renovarle en su cargo por aclamación.
Insulza ha declarado recibir el apoyo de los países con "mucha humildad pero también con "mucha alegría y afecto", al tiempo que ha reconocido que, a veces, hay "diferencias" entre los Estados miembros.
Reticencias en el bloque bolivariano
Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Canadá, que hasta este miércoles no habían revelado cuál iba a ser su decisión, se sumaron finalmente al consenso, aunque algunos de ellos expresaron antes del inicio de las elecciones sus críticas a la OEA y su deseo de cambio.
Fue el caso del embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, quien ha anunciado minutos después del comienzo de la XXXIX Asamblea General Extraordinaria, en Washington, el apoyo del Gobierno del presidente Hugo Chávez a Insulza, aunque ha advertido de que el organismo corre el peligro de sumarse en la "irrelevancia" por no escuchar los planteamientos de ciertos países con ideas distintas.
Además, ha considerado que la Carta Democrática Interamericana que comienza a ser puesta en duda "por factores que aspiran a intervenir con mayor poder en las democracias disidentes", recordando el golpe de Estado en Honduras en junio del año pasado.
Por su parte, el representante permanente de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada, también ha mostrado su oposición a una reforma de la Carta, la cual ha sido "prácticamente anulada por los golpes de Estado en Venezuela (2002) y recientemente en Honduras".
Precisamente la crisis política en Honduras tras el golpe de Estado el pasado 28 de junio ha sido el principal punto negro de su mandato, ya que fue incapaz de resolverla y le hizo revivir las angustias del pasado de su exilio tras huir de su país por la dictadura pinochetista.
Entre sus logros, está la mediación en la crisis política de Nicaragua en 2005, la participación entre 2006 y 2009 en el proceso de cambio y transformación democrática en Bolivia y el apoyo al restablecimiento de la Corte Suprema de Justicia de Ecuador en 2005 y al proceso de reforma constitucional en 2007-2008.