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La justicia da la razón a la estudiante de EE.UU. a la que se le prohibió ir al baile con su novia

  • El instituto vulneró sus derechos al cancelar la fiesta de graduación
  • La joven está contenta pero teme la reacción de sus compañeros

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Ya hay veredicto. Los tribunales han reconocido que el instituto estadounidense que prohibió a una joven estudiante lesbiana llevar a su novia al baile de graduación ha vulnerado los derechos de la joven.

El juez federal Glen Davidson no ha llegado a forzar a la escuela a celebrar el evento, como reclamaba la Unión de Libertades Civiles Americanas, pero ha determinado que su cancelación violaba los derechos de Constance McMillen y que emprenderá acciones contra esta cuestión particular

La justicia otorga una pequeña -o gran- victoria al colectivo gay de EE.UU. , que ha defendido con contundencia que ningún estudiante debe ser discriminado por su condición sexual.

La organización pro derechos humanos demandó al instituto condal Itawamba para que permitiera a McMillen acudir al baile con su novia y vestida con esmoquin. La escuela ha mantenido en el juicio que decidió cancelarlo porque el desafio de la estudiante lesbiana había trastronado las normas del centro, tal y como recoge el diario The guardian.

"Tomamos en consideración la educación, la seguridad y el bienestar de nuestros estudiantes", declararon profesores del instituto ubicado en el pueblo de Fulton, en Mississippi.

El juez ha señalado que McMillen ha mostrado abiertamente su condición sexual desde que estudiaba en octavo grado y que intentó comunicar a la escuela que iba a llevar al baile a su 'chica', así como su intención de vestir un esmoquin.

"El tribunal considera que esta expresión y la comunicación entra de lleno en el ámbito de la primera enmienda", ha afirmado el juez.

Miedo a la reacción de sus compañeros

La joven Constance, de 18 años, se ha mostrado contenta con la decisión judicial, pero nerviosa porque no sabe lo que se va a encontrar a su regreso a la escuela.

Tras la decisión del instituto de cancelar la fiesta, McMillen tuvo que enfrentarse a los comentarios hostiles de muchos compañeros, molestos por la suspensión del baile. La presión llegó a tal punto que la estudiante dejó de asistir a clase. Ayer, acudió a un médico porque tenía un "ataque de nervios".

Padres y estudiantes están organizando un evento paralelo que no contenta a casi nadie, y menos todavía al juez Davidson.

"Los acusados quieren dar ahora un paso atrás y asumir el rol de patrocinadores de una fiesta que, a estas alturas, sólo podría confundir y confundir a la comunidad sobre el asunto", ha manifestado Davidson.

A pesar de que han asegurado que a este acto "todos" están invitados, a Constance no le consta esta celebración y no sabe qué hacer. 

"Primero tengo que ir a la escuela y hacerme una idea de lo que la gente piensa de mí", ha declarado. "Eso me ayudará a tomar una decisión sobre si voy a esa fiesta privada."Me gustaría ir porque todos mis compañeros estarán allí, pero no quiero estar en un lugar donde no soy bienvenida. "

McMillen ha aparecido en diferentes medios de comunicación para contar su experiencia. El programa de televisión The Ellen DeGeneres Show la regaló una beca valorada en 30.000 dólares (unos 22.000 euros) para sus estudios universitarios. Y su historia también se ha colado en la red social Facebook, donde un grupo llamado "Que Constance McMillen pueda ir al baile con su novia" cuenta con más de 400.000 fans.