El Papa acepta la primera dimisión de un obispo irlandés tras su carta contra los abusos
- Se trata del obispo de Cloyne, John Magee, que fue secretario de tres papas
- Magee ha pedido perdón por no haber denunciado los abusos
El Papa Benedicto XVI ha aceptado este miércoles la dimisión del obispo John Magee de la diócesis de Cloyne -al sur de Irlanda- que había sido acusado de manejar mal los informes sobre abusos sexuales en su diócesis, según ha informado el Vaticano.
Es la primera dimisión que se produce tras la carta del Papa. En realidad, Magee había presentado su dimisión a principios de este mes de marzo pero este miércoles ha sido cuando Benedicto XVI la ha firmado.
De esta manera Magee abandona el obispado después de que esta diócesis se haya visto envuelta en toda la investigación de los casos de pedofilia. Hasta hoy, Magee de 73 años, era el prelado emérito de Cloyne.
Además, es uno de los históricos de la Iglesia Católica irlandesa. En el Vaticano ha ejercido como secretario de Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II hasta que el Papa Wojtyla lo nombró, primero, maestro de ceremonias para enviarlo después a su patria como obispo de una diócesis importante.
La carta del Papa
Magee abandona su puesto por haber infravalorado el problema de pederastia limitándose a cambiar de parroquia a los sacerdotes sospechosos.
Aunque el obispo emérito de Cloyne se había autosuspendido hace unas fechas, la confirmación de su retirada llega cinco días después de la carta que el Papa escribió a los fieles irlandeses.
Entre otras cosas, en ella el pontífice reprocha el silencio histórico de la Iglesia que, erróneamente, se ha esforzado para evitar enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares. Se trata de una medida errada, sentencia Benedicto XVI que muestra hoy cómo él mismo pasa de las palabras de condena a los hechos.
Críticas constantes al Obispo
Los problemas comenzaron para Magee cuando se publicó un informe del Comité Nacional de Defensa del Menor que criticó la forma en que, supuestamente, había hecho frente a las acusaciones contra dos sacerdotes de su diócesis por abuso de menores.
El documento del NBSC incluso afirmaba que la protección de menores en el entorno de Cloyne era "inadecuada y en algunos aspectos peligrosa".
Ahora, tras haber aceptado el Papa su dimisión, Magee ha pedido perdón a las víctimas que sufrieron abusos aquellos años.