Enlaces accesibilidad

Sarkozy se toma con "sangre fría" la derrota electoral y continuará con las reformas

  • Dice que cambia de rumbo ahora "sería peor"
  • Justifica la retirada de la ecotasa y el retraso en la reforma de pensiones

Por
Sarkozy, en su primera comparecencia por la derrota electoral.
Sarkozy, en su primera comparecencia por la derrota electoral.

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, se ha comprometido a "continuar las reformas" pese a la gran derrota electoral cosechada el pasado domingo en las regionales porque, a su juicio, debe tener "sangre fía ya que, a su juicio, "nada sería peor que cambiar de rumbo cediendo a la agitación propia del periodo electoral".

"Debemos continuar con las reformas. Pararlas ahora sería arruinar los esfuerzos realizados. La crisis no va a incitarnos a frenar, sino a ir más lejos para construir un nuevo modelo de crecimiento", ha asegurado el presidente en un discurso televisado a la nación, su primera reacción a los comicios regionales.

Sarkozy ha subrayado que muchos franceses no han visto los "efectos positivos" de las reformas emprendidas desde su llegada al Elíseo a causa de la crisis económica, lo que explica en parte la derrota del partido conservador en las urnas.

Reforma de pensiones no a la fuerza

La principal de ellas en los próximos meses será la de las pensiones, que "no se aplicará por la fuerza" sino mediante la concertación entre los interlocutores sociales, al tiempo que garantizó que en seis meses adoptará "las medidas necesarias y justas" para "garantizar que las pensiones sean financiadas".

En la primera comparecencia del líder francés desde la 'oleada' socialista en las regionales Sarkozy sí ha matizado que la polémica reforma de pensiones "no entrará en vigor" hasta que se llegue un acuerdo sobre la misma "dentro de seis meses".

El encargado de llevar las negociaciones de esta reforma ya no será el ministro de Trabajo que había antes de los comicios, Xavier Darcos, que ha sido la principal víctima política de las elecciones por los malos resultados que cosechó en la región de Aquitania.

La reestructuración del ejecutivo, acordada el pasado lunes, estaba destinada a tranquilizar a los críticos del partido de Sarkozy, la Unión por la Mayoría Presidencial (UMP), incluyendo a personalidades de la derecha gaullista e incluso el cese inmediato de su polémico proyecto de impuesto sobre el carbono.

En este sentido, el presidente francés ha aclarado que sí que quiere introducir un impuesto verde, pero sólo si en Europa se desarrolla una tasa común "para proteger la agricultura y la industria".

 "Sería absurdo tasar las empresas francesas y dar una ventaja competitiva a los países que contaminan", ha añadido.