Guerra abierta en la cúpula de Iberdrola

• La Junta rechaza nombrar un consejero de ACS, el máximo accionista
• El grupo que preside Florentino Pérez impugnará la Junta de accionistas

El presidente de Iberdrola, Igancio Sánchez Galán, y el consejero de ACS, José Luis Del Valle, durante sus respectivas intervenciones en la Junta de accionistas de Iberdrola.

La guerra por el control de Iberdrola ha estallado definitivamente y el ganador del primer asalto es el presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, frente al principal accionista, el grupo ACS que preside Florentino Pérez.

Este viernes, una tensa Junta General de Accionistas ha rechazado el nombramiento de José María Loizaga, miembro de la comisión ejecutiva de la constructora, como consejero de Iberdrola en representación de ACS, revocando su elección de apenas  una hora y media antes al entender que podría suponer un conflicto de intereses en ámbitos como las renovables o la ingeniería.

ACS ya ha respondido anunciando que impugnará la Junta ante el juzgado de lo Mercantil de Bilbao -de momento, se excluye la vía penal-, para continuar una batalla larvada durante el último año, desde que la anterior junta negase un vocal a ACS, y que ahora ya se libra con toda crudeza.

Lo cierto es que ACS aún no tiene presencia en el consejo de administración de Iberdrola, pese a que posee el 12,6% de su capital: el 7,7% a través de la sociedad Residencial Monte Carmelo y el resto a través de productos derivados.

Consejero durante hora y media

Eso le daría derecho al menos a un consejero, pero la dirección argumenta que ambas compañías son "competidores reales en numerosos mercados", en concreto en energías renovables e ingeniería civil. Pese a todo, ha atendido la solicitud de ACS de que los accionistas votaran la incorporación de Loizaga.

La reunión ya había comenzado revuelta, con la dimisión del vicepresidente, Juan Luis Arregui, por incompatibilidades: aunque llevaba como vicepresidente 15 años, Arregui es presidente de Ence, especializado en fabricación de papel y en producción de energía con biomasa. Era el mensaje de Galán a Florentino: no se admiten conflictos de intereses.

Ya en el interior del Palacio Euskalduna de Bilbao, los accionistas han aprobado el nombramiento de Loizaga como consejero. Pero el accionista y abogado Ramón Hermosilla ha solicitado posteriormente su "cese" por conflicto de intereses.

El consejero de ACS José Luis del Valle ha intentado parar el golpe, argumentando que ambos grupos no compiten directamente, por lo que bastaría que Loizaga se ausentara cuando el consejo de administración de Iberdrola abordara asuntos en los que haya conflicto. Sin embargo, apenas una hora y media después de su elección, la Junta ha vuelto a votar y ha revocado a Loizaga.

Reducción del número de consejeros

Después, al hilo de la dimisión de Arregui, la Junta ha acordado reducir de 15 a 14 el número máximo de consejeros.

Pero ACS no se arredra, como ha confirmado Del Valle tras la reunión: "A mi juicio no existe entre ACS e Iberdrola el conflicto de naturaleza estructural intenso y permanente que lleve al remedio drástico de cesar a su consejero", ha comentado.

Además, el representante de ACS ha puesto en duda los informes usados por Iberdrola para rechazar la petición de su grupo por entrar en el consejo alegando que son competidores.

Del Valle cree que se trata de una "excusa más" y ha recordado que el año pasado no les dieron un vocal bajo el argumento de que no había vacantes. La primera batalla ha terminado, la guerra continuará.