Las dunas y la ausencia de lagos, claves para la conservación de fósiles de dinosaurio
- El desierto del Gobi, en Mongolia, es una de las zonas más ricas en fósiles
- La investigación científica está volcada en el estudio de los restos de Oviraptor
Las dunas de arena y la ausencia de grandes lagos suponen dos de las claves más importantes para la buena conservación, durante millones de años, de los fósiles de dinosaurios, según el paleontólogo mongol Rinchen Barsbold, que dirige su propio laboratorio de estudio de estos animales en Mongolia.
Barsbold es el comisario de la exposición "Dinosaurios: Tesoros del desierto del Gobi", que permanecerá abierta todo el año en el museo Cosmocaixa, en Alcobendas (Madrid).
El científico ha explicado que las dunas de arena son una característica propia del Cretácico Superior, el período al que pertenecen la mayoría de los restos de dinosaurios encontrados en un estado de conservación aceptable.
Esto podría ser, a su juicio, una de las razones más importantes por las que el desierto de Gobi, considerado por los expertos en paleontología como el mayor yacimiento de dinosaurios del mundo, ha podido albergar y conservar bajo sus arenas tantos restos fosilizados durante millones de años.
Además de las dunas de arena, otras características que protegen mejor los fósiles de los efectos de la erosión, la humedad y el paso del tiempo son, según Barsbold, la inexistencia de grandes lagos o concentraciones de agua en la zona y un clima cálido.
"Mongolia reúne estas características, con unas dunas de arena muy suaves, y, en este entorno, la conservación es mejor que en otros", ha afirmado, y ha puesto como ejemplo contrario el caso de Japón, donde la conservación se ha visto más dificultada.
Según Barsbold, en Mongolia se han encontrado pocos restos de dinosaurios correspondientes al Cretácico Inferior, precisamente "porque en esa época sí había grandes lagos".
"No puede afirmarse que el desierto de Gobi fuese el lugar más habitado por los dinosaurios, sino que las características geográficas y climáticas del lugar son las idóneas para conservar estos restos en buenas condiciones paleontológicas", ha puntualizado.
Ante la pregunta de qué lugares pudieron ser los preferidos por los dinosaurios y por qué se habitarían más unos en lugar de otros, Barsbold ha citado, además de Mongolia, a Canadá, Estados Unidos y China como otros puntos calientes de hallazgo de restos. "Se han encontrado fósiles por todo el mundo, incluso en la Antártida", ha añadido.
Sobre el presente y el futuro de la investigación en el campo de los dinosaurios, el paleontólogo mongol ha señalado que la comunidad científica está muy centrada en una especie concreta, el oviraptor, por ser la más parecida a las aves y compartir muchas de sus características.
Barsbold, que reconoce que le gusta trabajar sobre el terreno, dirige un laboratorio de paleontología en su país de origen, Mongolia, en el que trabajan investigadores de multitud de nacionalidades. "Hay estadounidenses, japoneses, canadienses y rusos, entre otros, aunque no hay ningún español", ha precisado.
El paleontólogo se muestra convencido de que, para dedicarse a la búsqueda y el análisis de fósiles de dinosaurios, es necesario algo más que "experiencia y saber limpiar con el instrumental adecuado", aunque considera imprescindibles ambas cosas, y ha subrayado la importancia del "deseo ferviente de los investigadores".
Además de la labor que desempeña en el laboratorio, Barsbold coordina actualmente una exposición de restos de dinosaurios encontrados en el desierto de Gobi, compuesta por una colección de esqueletos completos, huevos y restos fosilizados de multitud de especies.