Amnistía Internacional desafía el secretismo de China en su informe anual sobre la pena de muerte
- Sigue sin revelar datos fiables sobre el número de ejecutados
- Los más ejecutores: China, Irán, Irak, Arabia Saudí y EE.UU.
- Un total de 714 personas han sido ejecutadas en 18 países
DATOS Y CIFRAS DE 2009
- Número de ejecuciones: 714
- Condenados a muerte: 2.001 personas
- Los más ejecutores: China, Irán, Irak, Arabia Saudí, EE.UU.
- Métodos empleados: decapitación, lapidación, ahorcamiento, electrocución, arma de fuergo, inyección letal
- Total países ejecutores: 58
- Países que se han sumado a la abolición: 95
Amnistía Internacional ha desafiado a las autoridades chinas a revelar el número de personas que ejecuan y condenan a muerte con motivo de la publicación de su análisis sobre la pena de muerte en el mundo en 2009.
"Las autoridades chinas aseguran que se están llevando a cabo menos ejecuciones. Si eso es verdad, ¿por qué no dicen al mundo a cuántas personas ejecuta el Estado?", ha afirmado Claudio Cordone, secretario general provisional de AI.
El informe Condenas a muerte y ejecuciones en 2009 revela que al menos 714 personas fueron ejecutadas en 18 países y al menos 2.001 personas fueron condenadas a muerte en 56 países el año pasado. Datos que no incluyen los varios miles de ejecuciones que, con toda probabilidad según AI, se llevaron a cabo en China.
Y es que, según la organización de defensa de los derechos humanos, China ejecutó en 2009 a más personas que la suma de todos los demás países del mundo.
Para poner en evidencia la falta de transparencia en el país asiático, AI ha decidido no publicar sus propios datos mínimos sobre condenas a muerte y ejecuciones en 2009 en China, donde la información sobre la pena de muerte sigue siendo secreto de Estado.
Los cálculos basados en la información que existe a disposición del público reflejan muy por debajo el verdadero número de personas que el Estado ha matado o condenado a morir.
La excepción y no la norma
El mundo se acerca cada vez más a la abolición total de la pena de muerte, según ha afirmado este martes AI, que señala que, por primera vez en la historia, en Europa ha transcurrido un año entero sin que se hayan producido ejecuciones y que, en la actualidad, sólo 58 países siguen manteniendo este castigo en su legislación.
Según el informe que ha publicado la organización, en el que estudia las condenas y las sentencias a muerte a lo largo de 2009, la organización celebra que, al terminar 2009, un total de 139 países habían derogado la pena de muerte en la ley o en la práctica y, de los 18 países que siguen ejecutando a personas como forma de disuasión contra el crimen, sólo una pequeña proporción de ellos lo hace como manera de reprimir a la oposición política.
Además de China, los principales estados ejecutores fueron Irán , con un mínimo de 388 ejecuciones, Irak, con un mínimo de 120, Arabia Saudí, con un mínimo de 69, y EE.UU., con 52.
Al estudiar los casos de condenas y ejecuciones, AI señala que, en el continente americano, Estados Unidos fue el único país que llevó a cabo ejecuciones en 2009, mientras que en África subsahariana se produjeron en Botsuana y Sudán.
En Asia, la organización resalta que 2009 ha sido el primer año en el que no se han producido ejecuciones en Afganistán, Indonesia, Mongolia y Pakistán --que, no obstante, registra a 7.000 presos a la espera de ejecución, el número más elevado del mundo--.
Asia y África, en el punto de mira
En 2009, como en años anteriores, la mayoría de las ejecuciones del mundo se produjeron en dos regiones: Asia y Oriente Próximo y el norte de Africa. Al igual que en China, el uso de la pena de muerte en países como Bielorrusia, Corea del Norte, Irán, Mongolia y Vietnam está envuelto en el secreto, asegura la organización.
"Este hermetismo es insostenible, ya que si la pena capital es un acto de Estado legítimo, como afirman estas naciones, no hay motivo para que su uso se oculte a la opinión pública y al escrutinio internacional", señala el informe de Amnistía.
Si bien en 2009 hubo menos ejecuciones que en 2008, Amnistía Internacional subraya como uno de sus motivos de preocupación el uso cada vez más politizado de la pena de muerte, que se aplicó ampliamente contra opositores políticos o para influir en la opinión pública a fin de reforzar el liderazgo del Gobierno en países como China, Irán y Sudán. Así, Irán ejecutó al menos a 112 personas en ocho semanas tras las elecciones presidenciales.
Ejecución de menores
Por otro lado, en dos países, Irán y Arabia Saudí, han continuado las ejecuciones a personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores de 18 años, violando con ello el Derecho Internacional, que prohíbe tajantemente la aplicación de la pena de muerte a personas condenadas por delitos cometidos cuando tenían menos de 18 años.
En 2009 fueron ejecutadas al menos siete personas que tenían menos de 18 años en el momento de cometerse el delito.
En varios países más de todo el mundo había personas condenadas a muerte por delitos cometidos cuando eran menores de edad, y AI pone como ejemplo la denuncia que hizo el año pasado la relatora especial para los Derechos Humanos en Sudán, Sima Samar, quien denunció la detención de dos menores de 18 años y expresó su temor de que cuatro personas de 17 años estuvieran siendo juzgadas por su presunta participación en un ataque.
En el camino de la abolición
Amnistía Internacional espera y cree que continuará la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte.
A finales de 2010, la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU estudiará una nueva resolución sobre el uso de la pena de muerte, lo que ofrece otra oportunidad de que la comunidad global exprese su aversión hacia la pena capital y trate de conseguir que desaparezca en todo el mundo, señala en el informe.
Existe un claro aumento a largo plazo del número de países abolicionistas y la comunidad internacional expresa cada vez con más fuerza su oposición al uso de la pena de muerte, tanto en la ONU como en otros foros.
"Sin duda, quienes se oponen a los homicidios judiciales a manos del Estado aún se enfrentan a duros retos en muchos países, pero pueden inspirarse y sacar fuerzas de la tendencia mundial hacia la abolición. La historia y los seres humanos están de su lado", finaliza.