El juez califica de "kafkianas" las respuestas de Matas que "brillaron por su ausencia"
- El magistrado acusa a Matas de "burlarse de los simples mortales"
- "Puede darse por satisfecho" de que la medida cautelar no sea más "severa"
- El instructor cree que el dinero está en EE.UU. o en países vecinos
- El juez ha decretado prisión eludible bajo fianza de 3 millones de euros
Ver también: Cronología / Imputación de Matas paso a paso / Palma Arena, a fondo
El juez instructor del caso Palma Arena, José Castro, se ha despachado a su gusto y ha llegado a calificar de "kafkianas" algunas de las explicaciones ofrecidas por Jaume Matas, para el que ha ordenado prisión eludible bajo fianza de tres millones de euros por 12 delitos, cuyas penas suman 64 años de cárcel.
El magistrado va más allá y asegura, en el auto judicial de 147 páginas, que "dada la gravedad de los hechos", Matas "puede darse por satisfecho" por el hecho de que las acusaciones no hayan pedido "una medida cautelar más severa".
José Castro llega a afirmar que si la declaración de Matas se prolongó durante más de 16 horas fue porque "se invirtió más en formular las preguntas que en el desarrollo de las respuestas que en su generalidad brillaron por su ausencia".
"Es claro que el Sr. Matas ha venido a burlarse de los simples mortales", llega a decir el magistrado en otra parte del auto.
Para el instructor del caso Palma Arena con "seguridad absoluta" el piso de lujo del barrio de Salamanca, en Madrid, "es de la familia Matas-Areal" y que "no hacen falta derroches imaginativos para saber por qué lo ocultaron al igual que el de la Colonia de San Jordi".
Además, el juez sospecha que Matas puede "guardar el grueso de los beneficios ilícitos obtenidos" en Estados Unidos o en otro país vecino.
A lo largo de los razonamientos jurídicos del auto, el juez va desmontando una a una las respuestas que le dio el ex ministro de José María Aznar durante el interrogatorio de la semana pasada. El magistrado esperaba que Matas ofreciera explicaciones que pudieran "desvirtuar los abrumadores elementos de cargo que pesaban sobre él" pero no fue así:
"Absurda explicación" sobre el piso en Madrid
Durante su declaración, Jaume Matas aseguró que había dado una señal de 100.000 euros a nombre de su cuñado por este piso de lujo en el barrio Salamanca de Madrid, pero que finalmente no llegó a comprarlo y cedió la reserva a Bartolomé Reus Beltrán.
Para José Castro está claro que el piso es del imputado y de su mujer. Matas asegura que la reserva se pagó con un dinero que pertenecía a su esposa "desde tiempo inveterado", tanto que estaba en pesetas y tuvo que cambiarse a euros. Provenían, según el imputado, de "ahorros del día a día con ingresos fiscalmente opacos".
El instructor cree que sobre la cesión a Reus Beltrán "reina el absurdo porque absurda es la explicación" de Matas que asegura que tuvo que desistir de comprar el piso antes de ganar las elecciones autonómicas porque "se desbaratan sus proyectos de apartarse de la política (...) para dedicarse a la empresa privada en la que ya tenía asegurado un lucrativo futuro con el que podría pagar el piso".
El auto sigue diciendo que "las reuniones con el Sr. Reus para que éste se hiciera cargo del piso a espaldas de su mujer y el simultáneo arrendamiento al Sr. Matas son kafkianas, como también sorprende el contrato de alquiler por diez años" redactado por su cuñado.
El juez afirma que la claúsula de revisión nunca fue aplicada con el "peregrino argumento" de que Matas pagaba el Impuesto de Bienes Inmuebles, "no se sabe por qué". El juez señala que las explicaciones sobre cómo se devolvió la señal a Matas "no tiene desperdicio".
"Burla a este Juzgado y los ciudadanos"
José Castro también ironiza sobre la explicación que dio Reus sobre por qué la mujer de Matas actuaba como la propietaria real del piso acudiendo a las juntas vecinales. Según éste "la Sr. Areal estaba tan apenada por no haber podido llegar a ser propietaria (...) que quienes la rodeaban la consolaban facilitándole que actuara como si lo fuera".
El juez afirma que esta explicación es "una burla a este Juzgado y los ciudadanos" y añade que "no se entiende cómo se le ha podido ocurrir a alguien argumentar de esa manera".
Por otra parte, el magistrado asegura que las intervenciones telefónicas "legítimamente autorizadas" han podido "desbaratar a tiempo la falsa preconstitución de pruebas" sobre la "desproporción entre ingresos y gastos, pagos en sobres y derroche administrativo".
A muchas bodas "por su cargo"
Matas negó ante el juez haber "llamado, ni personalmente ni a través de intermediario" a los hermanos García-Ruiz para que se hicieran cargo como arquitectos de la construcción del velódromo Palma Arena.
Preguntado sobre si asistió a la boda del hijo de uno de ellos "le resta importancia para decir que al cabo del año va a muchísimas bodas por razón de su cargo". Aquí el juez vuelve a cargar contra Matas: "Quizá sea por ello que le queda poco tiempo para controlar el gasto público".
Irregularidades con su "tolerancia"
José Castro afirma, como también dice "acertadamente" el Ministerio Fiscal, que "es claro que el Presidente no firma ni aparece directamente y en primera fila en todas estas irregularidades pero no cabe imaginar que aquéllas hayan podido tener lugar sin su mandato en algunos casos y su consentimiento o tolerancia en otros".
Llegado a este punto, el juez acusa al ex ministro de Medio de Ambiente de siete delitos de malversación de caudales públicos, un delito de falsedad en documento oficial, otro de prevaricación administrativa, uno de fraude a la Administración, uno de blanqueo de capitales y un delito electoral.
El dinero en EE.UU. o países vecinos
El magistrado justifica las medidas cautelares porque de otra forma, "dada la gravedad de las penas", existen "serios motivos para dudar" de que Matas no intentara huir "máxime cuando es residente en los Estados Unidos y se sospecha que en ese país o en otro vecino pueda guardar el grueso de los beneficios ilícitamente obtenidos".
Se pretende también "evitar la ocultación, alteración o destrucción de las fuentes de prueba relevantes para el enjuiciamiento, existiendo un peligro más que fundado y concreto" ya que Matas "no se recata en mediatizar a testigos, imponer el silencio a los que fueron subordinados, preconstituir pruebas falsas..."
El magistrado concluye que el ex presidente balear "puede darse por satisfecho" ya que las medidas cautelares podrían haber sido más serias.