Los obispos alemanes abren una línea de atención para las víctimas de abusos
A partir de este martes las víctimas de cualquier tipo de abuso sexual padecido en dependencias de la Iglesia católica o realizado por alguno de sus religiosos, podrá ser denunciado a la Conferencia Episcopal alemana a través de una una línea telefónica que acaba de habilitar.
"Con esta oferta queremos alentar a las víctimas a entrar en contacto con nosotros, con independencia de si se trata de casos que han prescrito o son actuales", ha declarado el nuevo encargado de la Conferencia Episcopal, el obispo Stephan Ackermann, para esclarecer los casos de pederastia en un comunicado hecho público este martes.
Ayuda para denunciar
Ackermann también ha tenido palabras para las víctimas. Ha agradecido que hayan "tenido la valentía" de contar lo que les ha sucedido y que hayan denunciado los abusos, porque gracias a ellos "la Iglesia prestará mas atención a lo que ocurre en nuestras dependencias, en nuestros colegios, grupos juveniles y jardines de infancia".
Por otro lado y en relación con los últimos escándalos que han salido a la luz, el obispo ha afirmado estar convencido de que el debate surgido en las últimas semanas ayudará a mejorar la prevención en el futuro.
"Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitar que se repitan los abusos en establecimientos de la iglesia católica", ha sentenciado Ackermann. Por otro lado, también ha apelado a los autores de los abusos a reconocer sus actos, pues "sólo así se encuentra el camino hacia la verdad y la reconciliación".
Línea abierta a las denuncias
A llamar a la nueva línea se presentan dos opciones: proceder a una denuncia formal o simplemente buscar asesoría.
El número de teléfono es el 0800-1201000 y estará abierto los martes, miércoles y jueves. Además, los interesados que deseen más información, la podrán obtener en una nueva página creada para estos casos, según ha informado la Conferencia Episcopal.
En los últimos meses, casi a diario están denunciándose casos de abusos en dependencias eclesiásticas. Entre ellas, algunas que han llegado a vincular al Papa Benedicto XVI por "encubrir" alguno de ellos.