La Policía rusa publica las fotos de las 'viudas negras' mientras se desata la caza del inmigrante
- Una joven de 17 años fue agredida al ser confundida con una 'viuda negra'
- También se ha difundido la imagen de un cómplice sospechoso
- Putin llama a sacar a los autores de "las profundidades de las alcantarillas"
La Policía rusa ha hecho pública las imágenes de las dos terroristas suicidas -conocidas como 'viudas negras'- que mataron a 39 personas en dos atentados en el metro de Moscú mientras algunos moscovitas han iniciado su particular 'caza' de cómplices del ataque, con los primeros ataques registrados contra inmigrantes.
Las fuerzas de seguridad han identificado a los tres cómplices de las dos terroristas a través de las cámaras de seguridad: un hombre de unos 30 años del Caúcaso Norte que llevaba ropas oscuras y una gorra de béisbol y dos mujeres, de 22 y 45 años, de etnia eslava que le ayudaron.
Los tres se sospecha que acompañaron a las mujeres de la foto hasta la entrada del metro, donde ambas se hicieron explotar provocando una masacre.
"Sabemos que se están escondiendo abajo, pero es materia de honor para los cuerpos de seguridad sacarlos de las profundidades de las alcantarillas a la luz del día", ha declarado el primer ministro, Vladimir Putin, en un lenguaje particularmente duro.
El caso de Narguiza
Mientras se busca por todas partes, se dan casos como el de Narguiza, una rusa de 17 años de origen armenio, que fue golpeada en la calle mientras le tiraban del pelo, le desfiguraban la cara y le desgarraban la ropa. Su única culpa era ser demasiado parecida a las "viudas negras".
Su caso, denunciado por la ONG Sova, que estudia la situación de los derechos humanos en Rusia, es el primer ejemplo de una epidemia que ya se está temiendo en Rusia: la 'caza' del musulmán como respuesta a los atentados de grupos terroristas procedentes de las repúblicas caucásicas.
Narguiza está ahora fuera de Moscú, en un lugar seguro. Su agresión fue grabada por teléfono móvil mientras gritaban "ir a buscar un mártir".
No es el único incidente similar que se ha producido este lunes. Varias personas han asaltado a dos mujeres con velo en el metro, arrojándolas fuera del tren, según ha informado la radio Eco de Moscú, que cita a un testigo no identificado.
El testigo ha detallado que nadie llamó a la policía y los demás pasajeros estaban contentos de ver lo que pasaba. Preguntado por la agencia AFP, un portavoz de la policía en el metro de Moscú ha indicado que tal incidente no se había registrado.
Violencia contra los inmigrantes
Los expertos advierten que en un país donde los episodios de violencia contra los inmigrantes son cada vez más frecuentes, estos acontecimientos se pueden considerar previsibles.
Galina Kojevnikova, de la ONG Sova, cuyo centro ha registrado tres incidentes desde el lunes, dijo que de hecho podría haber una decena teniendo en cuenta aquellos que no han sido reportados.
Con todo, aún pueden quedarse en hechos aislados si las autoridades y los medios de comunicación no deciden avivar la histeria contra los inmigrantes.
"Desde mi punto de vista, el verdadero peligro es que estos incidentes sean utilizados por los políticos", ha declarado Leokadia Drobijena, directora del Centro para las Relaciones Interétnicas en la Academia Rusa de Ciencias.
Rusia tiene la segunda población más grande de los trabajadores inmigrantes, detrás de Estados Unidos, con 2,5 millones de personas.
Después de las explosiones, las autoridades han pedido una mayor seguridad y el presidente ruso, Dmitry Medvedev, ha anunciado una legislación más dura contra el terrorismo.
Temor en las comunidades inmigrantes
Los líderes de las comunidades de inmigrantes temen que estas medidas harán más difícil la vida de miles de trabajadores que se han trasladado a Moscú y esperan un endurecimiento de las disposiciones en materia de inmigración.
"Tengo un mal presentimiento", asegura Alisher Madanbekov, jefe de la comunidad de Kirguistán en Moscú.
"En los ataques terroristas que ha habido en el pasado, los inmigrantes fueron los primeros que han sufrido", añade Ousmon Baratov, miembro de la comunidad uzbeka en la capital.
Defensores de los Derechos Humanos se quejaron de que las autoridades desde hace mucho tiempo hacen la vista gorda a la xenofobia en el país, donde el vandalismo y los ataques racistas se han convertido en lugar común.
Según la oficina de Moscú de Derechos Humanos, entre enero y mediados de marzo, 31 ataques xenófobos se han registrado, matando a 10 personas y causando 28 heridos.