Brown convoca las elecciones británicas más abiertas en los últimos 20 años para el 6 de mayo
- El primer ministro saliente pide a los británicos que no dilapiden al Laborismo
- Los conservadores están por delante pero su ventaja podría ser insuficiente
Las características del sistema electoral británico son las siguientes:
-El primer ministro puede anunciar las elecciones en cualquier momento de su mandato, después de pedir al monarca que le permita disolver la Cámara de los Comunes, la cámara baja del parlamento británico. Una vez elegida, la Cámara de los Comunes tiene un mandato máximo de cinco años.
-Las elecciones se realizan por un escrutinio uninominal mayoritario por circunscripción, lo que supone que el elector debe elegir a un solo candidato entre varios y que gana el que tiene más votos, sin que los votos de los que pierdan tenga ningún peso.
-Existen unas 650 circunscripciones en Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Cada circunscripción suelte tener unos 70.000 electores. Para lograr la mayoría absolutan se deben reunir 326 votos.
-Las electores escogen a su diputado, no al primer ministro, que es el líder del partido que obtiene mayoría absoluta de la Cámara de los Comunes.
-Las particularidades del sistema electoral hace muy raro que ningún partido no logre la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, pero los expertos consideran que esta posibilidad es muy real si la diferencia entre laboristas y conservadores es inferior a siete u ocho puntos.
-Esta situación supondría la elección de un gobierno en minoría, que no se produce desde 1974. Entonces se tuvieron que convocar elecciones nueve meses después para salir de la crisis. En este escenario, el partido liberal-demócrata, de centro-izquierda, tendría la llave de la gobernabilidad.
Franqueado por sus ministros y tras el viaje de rigor al Palacio de Buckinham para informa a la Reina, el laborista Gordon Brown ha convocado oficialmente para el 6 de mayo las elecciones en las que se juega su futuro político, las más abiertas en los últimos 18 años.
"No vamos a permitir que 13 años de reforma en los servicios públicos sean puesto en riesgo por otro partido", ha declarado de forma solemne en referencia a los Conservadores, que los sondeos colocan en cabeza pero que podrían haber perdido algo de fuelle, lo que le ha proporcionado una inusitada esperanza de resurección a Brown, al que hace poco meses le colgaban el cartel de 'cadáver' político.
"La gente ha luchado demasiado para conseguir que el Reino Unido se sitúe en el camino de la recuperación como para permitir que nadie nos devuelva al camino de la recesión", ha manifestado el premier laborista, consciente de que en la creencia en la recuperación se juega buena parte de su futuro.
Brown apela a la Justicia social
."El futuro está a nuestro alcance y es un futuro de justicia que debemos conseguir entre todos", ha añadido el primer ministro, en una clara apelación al discurso socialdemócrata para seducir a los 45 millones de votantes británicos frente a la imagen de recorte de derechos sociales que tienen los conservadores, remozados por Cameron, más joven que Brown y que engloba la bandera del cambio, tal y como hizo en su momento Tony Blair.
Brown ha considerado que las elecciones deberán decidirse a partir de "los tres grandes desafíos" que afronta el país: recuperar la economía, asegurar las principales prestaciones sociales al tiempo que se reduce a la mitad el déficit y renovar el clima político tras el escándalo del abuso de los gastos asignados a los parlamentarios.
Las elecciones serán las más disputadas de los últimos 18 años si se cumplen los pronósticos más recientes de las encuestas sobre intención de voto, que auguran que no habrá una mayoría clara en el Parlamento y que la fuerza más votada se verá obligada a pactar.
De la incertidumbre del resultado de las urnas el 6 de mayo dan cuenta los últimos sondeos, que sitúan entre 4 y 10 puntos la diferencia a favor de los conservadores, y que coinciden en la irrupción con fuerza de la tercera fuerza política, el Partido Liberal Demócrata, que podría tener la llave de la legislatura.
La diferencia entre los cuatro y los diez puntos no es baladí. Por ejemplo, si se cumpliese la previsión más baja, que da el Guardian en un sondeo publicado este martes, los laboristas obtendrían más asientos que los conservadores pese a tener menos votos debido al sistema electoral británico, por el que el más votado se lleva el escaño.
Los tories, a hacer historia
Los laboristas tienen mejor repartidos sus apoyos, por lo que el cambio que predica Cameron necesitará de un vuelco de casi siete puntos, todo un abismo en el habitualmente calmado panorama electoral británico, que no depara grandes cambios de tendencia entre elecciones.
El líder conservador aspira a convertirse a sus 43 años en el primer ministro más joven del Reino Unido en los últimos 200 años.
Los "tories" tienen la oportunidad de acabar con 13 años de Gobiernos laboristas, desde que Tony Blair se convirtiera en primer ministro en 1997 y acabara a su vez con 18 años de presencia conservadora en el número 10 de Downing Street.
Blair ganó para el laborismo tres elecciones generales y cedió la jefatura del Gobierno a Gordon Brown, que aspira a emular al ex primer ministro conservador John Major -sucesor de Margaret Thatcher-, que ganó las elecciones de 1992 frente al laborista Neil Kinnock en contra de las previsiones de todas las encuestas.
Tras conocer la esperada fecha del 6 de mayo, día en que también se celebrarán elecciones locales en Inglaterra, Cameron ha señalado que los "tories" se dirigirán en la campaña a los ciudadanos que definió como "los gran ignorados: los jóvenes, los viejos, los ricos, los pobres, los que viven en ciudades y los que viven en el campo".
El liberal-demócrata Nick Clegg ha declarado que el anuncio de las elecciones marca "el principio del fin de la era Gordon Brown", a quien ha considerado "directa y personalmente responsable de los mayores errores que se han cometido durante los últimos 13 años".