El lado español del impresionista Manet abre el nuevo Museo Mitsubishi Ichigokan de Tokio
- Una gran exposición recorre la huella de la escuela española en su pintura
- Hasta el 25 de julio se podrán ver obras como Los gitanos o Combate de toros
Una gran exposición del impresionista Edouard Manet, que recorre la huella de la escuela española en su pintura, abre mañana en Tokio el nuevo Museo Mitsubishi Ichigokan, que busca convertirse en un centro de referencia del arte moderno.
Los responsables del nuevo museo han hecho este lunes una presentación antes de abrir al público las puertas del centro, un edificio del arquitecto británico Josiah Conder construido a finales del siglo XIX en el corazón de la capital japonesa.
La exposición Manet y el París moderno bucea en las distintas etapas de la obra del pintor, desde el hispanismo y realismo que impregnó sus telas en las décadas de 1850 y 1860 hasta los retratos de familia y amigos que realizó en la intimidad.
Fascinado por lo español
La exposición, organizada con la colaboración del Museo de Orsay de París y la Biblioteca Nacional de Francia, incluye pinturas como Los estudiantes de Salamanca (1860), Combate de toros (1865-1866) o Los gitanos (1862), todas ellas reflejo de su fascinación por lo hispánico en ese periodo.
“Se le puede considerar el padre de la pintura moderna porque tuvo una visión de la pintura muy amplia“
La influencia de la escuela española dejó en un joven Manet -y que fue la que le abrió finalmente las puertas del Salón de París, en 1861- destaca también en pinturas como Lola de Valence (1862), de rasgos muy goyescos y que ha viajado por primera vez a Tokio desde el Museo de Orsay.
"A Manet se le puede considerar el padre de la pintura moderna porque tuvo una visión de la pintura muy amplia, aunque siempre con respeto a la pintura clásica", según el director del nuevo museo, Akiya Takahashi.
Momentos en París
La muestra deja también un espacio para retratar la vida parisina de Manet a través de telas como El baile de la ópera (1873) o de pinturas de algunos de sus contemporáneos, como Paul Gauguin -con Río Sena por el Puente de Iéna (1875)-, Edgar Degas o Henri Rivière.
Esta exposición se podrá ver hasta el 25 de julio en el nuevo museo tokiota, que cuenta además con una muestra permanente de artistas de finales de siglo XIX, que incluye cuadros, cerámicas y litografías.
La presencia de Toulouse-Lautrec
Además, el Mitsubishi Ichigokan dispone de una colección de unos 250 trabajos de arte gráfico que pertenecieron originalmente a Henri de Toulouse-Lautrec y que tras su muerte, en 1901, pasaron a manos de Maurice Joyant, su mejor amigo y principal defensor.
La colección incluye un gran número de litografías y pósters que, según el museo, contienen "la esencia del arte" de Toulouse-Lautrec, además de algunas imágenes y objetos producidos especialmente para el artista, como menús para banquetes.
El Museo Mitsubishi Ichigokan nace con un acuerdo de hermanamiento con el Museo de Toulouse-Lautrec de Albi, en el sudoeste de Francia, que alberga cerca de un millar de obras donadas por la madre del pintor y atrae a unos 160.000 visitantes anuales.