El presidente depuesto de Kirguistán admite que no controla el país pero se niega a dimitir
- La jornada del miércoles ha dejado 75 muertos y más de 1.000 heridos
- Rusia reconoce al nevo Gobierno pero la ONU pide volver al orden constitucional
- La oposición se compromete a convocar elecciones en seis meses
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El presidente kirguís, Kurmanbek Bakíev, ha asegurado que no dimitirá, aunque ha admitido que ya no controla la situación en el país, donde la oposición ha creado un Gobierno provisional que cuenta con el respaldo de las Fuerzas Armadas y la Policía.
Bakíev, derrocado la víspera tras violentos disturbios en la capital de Kirguizistán, Biskek, ha advertido que los líderes opositores deberán responder ante la Justicia por la desestabilización en el país, según informa la agencia digital 24.kg.
"Desgraciadamente, tanto el ejército como las fuerzas del orden se han sometido a la nueva administración, cuyas estructuras son incapaces de restaurar el orden", ha añadido el presidente depuesto, que ha confirmado que se encuentra en el sur del país y que no tiene intención de marcharse.
Mientras, el nuevo ministro de Interior ha reconocido de manera implícita que el ejecutivo que tomó el pasado miércoles el poder por la fuerza no tiene el control de la situación de pillaje desatada tras las protestas al autorizar al ejército a abrir fuego sobre los delincuentes.
Bakíev también ha asegurado que el país vive una situación de "catástrofe humanitaria" y ha pedido la intervención urgente de la comunidad internacional.
División internacional
Mientras, la ONU ha pedido la vuelta al orden constitucional y no ha reconocido al Gobierno formado por la oposición tras la revuelta popular. Por contra, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, sí ha reconocido el resultado, según ha comunicado la líder de la oposición, Roza Otunbayeva.
"Rusia siempre ha prestado y está dispuesto a prestar la necesaria ayuda humanitaria al pueblo kirguís", ha dicho Putin, según ha informado la oficina de prensa del Gobierno ruso.
Rusia, además, ha reforzado la presencia militar en su base en el país.
Durante la conversación telefónica, Otunbáyeva ha asegurado que la oposición controla "plenamente" la situación, los cuerpos de seguridad y las Fuerzas Armadas, según ha informado la oficina de prensa del Gobierno ruso, citado por las agencias rusas.
"La situación en el país es muy difícil. Kirguistán necesita ayuda financiera", ha afirmado Otunbáyeva.
La OTAN, por su parte ha suspendido los vuelos de la base aérea estadounidense en Kirguizstán.
En este sentido, el Pentágono ha confirmado que las operaciones en la base estadounidense en el país camino de Afganistán están limitadas y que espera reiniciarlas a pleno rendimeinto pronto.
La base aérea de Manas la emplean fuerzas de la OTAN como una estación de camino para el suministro en Afganistá. La Unión Europea ha anunciado que enviará ayuda si es necesario.
El Gobierno provisional
La autoproclamada nueva presidenta del Gobierno provisional de Kirguistán ha anunciado que se celebrarán elecciones presidenciales dentro de seis meses. El anuncio se produce tras la jornada sangrienta, que ya ha dejado 75 muertos y más de 1.000 heridos, que el país vició el pasado miércoles.
"El poder está bajo el control del gobierno provisional. Esta construcción del sistema político va a funcionar durante seis meses para preparar una nueva Constitución y organizar la postura de una elección presidencial conforme con todas las reglas democráticas ", ha declarado a la prensa.
Por otro lado, ha declarado su compromiso a respetar el acuerdo con Estados Unidos sobre el uso de la base aérea de Manas, aunque ha admitido tener "algunas dudas al respecto".
Buscando la dimisión de Bakiyev
"Todas las regiones están bajo control, pero aún estamos intentándolo en Osh y Jalalabad", ha declarado Otunbayeva desde el interior del edificio del Parlamento.
Un Parlamento que ya ha disuelto la líder opositora.
Al respecto, el ministro interino de Defensa, Ishmail Isakov, ha anunciado que "el conjunto del Ejército y de la guardia fronteriza" están bajo control de las nuevas autoridades provisionales. "No se volverá a utilizar el Ejército para solucionar problemas internos", ha asegurado.
Mientras, el ex jefe del Estado Askar Akáyev, apartado del poder en 2005 en la Revolución de los Tulipanes. Ha declarado este jueves que a Bakíev le espera
el mismo destino que al dictador comunista rumano Nicolae Ceaucescu.
"El propio Bakíev se ha buscado este final. Su destino será similar al del dictador rumano, porque la postura del pueblo en su contra es muy firme. Le espera un destino triste, el destino de Ceaucescu", ha sentenciado Akáyev.
Además, se ha mostrado convencido de que ningún Estado le ofrecerá asilo político.