Los 'camisas rojas' exhiben su fuerza frente al ejército y logran tomar una televisión partidaria
- 12 personas heridas en los enfrentamiento con gases lacrimógenos
- Más de 33.000 soldados se reparten contra las protestas de esta tarde
Los "camisas rojas" de Tailandia han tomado durante varias horas una televisión por satélite próxima a sus tesis para exigir que cese la censura a la misma por parte de funcionarios después de vencer el cordón policial, en un enfrentamiento que se ha saldado con doce heridos.
La Policía y los soldados desplegados en Bangkok como consecuencia del toque de queda decretado por el Gobierno han lanzado gases lacrimógenos a los manifestantes, que han trepado por las alambradas y han forzado la puerta del edificio. A las pocas horas han abandonado el recinto.
Como resultado de los enfrentamientos, al menos doce personas, dos agentes antidisturbios y diez manifestantes, han resultado heridas según ha informado el Ministerio de Salud.
Nueva cita "roja"
Los "camisas rojas" no cesan en su lucha y esperan congregar a miles de personas en la manifestación que se celebrará esta tarde.
Por ello, hasta 33.000 miembros adicionales de las fuerzas de seguridad de Tailandia han sido desplegados dentro y fuera de la capital para evitar disturbios.
"Confiamos en que nuestro operativo sea más eficaz después de este refuerzo", ha anunciado el portavoz del Ejército, el coronel Sunsern Kaewkumnerd.
Hasta la fecha, los manifestantes han llegado a congregar en un mismo día a 100.000 personas.
Bangkok está bajo el estado de excepción. Con él, el Ejército puede asumir el control de la seguridad, declarar el toque de queda y disolver cualquier asamblea callejero, entre otras potestades.
Si hay violencia, no habrá más manifestaciones
La medida de emergencia fue declarada por el jefe del Ejecutivo tailandés, Abhisit Vejjajiva, que canceló el jueves pasado, a última hora, su viaje a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático en Vietnam y sigue refugiado en un cuartel.
Hasta ahora, policías y militares no han dispersado por la fuerza a los manifestantes, aunque Vejjajiva anunció anoche que no dudará en detenerlos si sus protestas se tornan violentas.
En un clima de cada vez mayor tensión, un tribunal tailandés emitió anoche órdenes de detención por irrumpir en el Parlamento contra siete dirigentes de los llamados "camisas rojas", leales a Shinawatra.
Además, el Gobierno aplicó el estado de excepción para cortar la señal de PTV, un canal de televisión controlado por los activistas, así como varias de sus páginas en Internet.
Los "camisas rojas" prácticamente han abandonado las dos zonas que antes controlaban cerca del Palacio Real y el centro de Bangkok, pero su número ha crecido en las provincias aledañas, y los militares han establecido controles a las afueras de la ciudad para evitar un nuevo desembarco de activistas.
Por su parte, el Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, organizador de la movilización callejera, ha amenazado con una "lucha sin cuartel" en la capital si el Gobierno no cumple sus requisitos de disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas.
Tailandia sigue inmersa en una crisis institucional grave desde el golpe de estado que derrocó en 2006 a Shinawatra, un millonario populista y prófugo de la justicia, idolatrado por las clases más humildes y que acusa a Vejjajiva de ser un títere de las elites