Obama y lo nuclear... un proceso abierto para lograr el desarme mundial
- La firma del nuevo tratado Start 2, el primer paso de Obama en materia nuclear
- Dos nuevas cumbres completan los escenarios para controlar los arsenales
Es todo un proceso el que se ha puesto en marcha, con la nueva doctrina militar de Barak Obama y que va a tener tres estaciones: Praga, donde se firmó ayer el Start 2, por el que las dos potencias se comprometen a frenar la proliferación nuclear y a reducir sus arsenales atómicos un 30% en los proximos siete años.
Washington, este lunes y martes, cumbre convocada por Obama a la que están invitados 47 países para ver cómo reforzar la seguridad de los depósitos de material atómico que existe sobre la tierra,de manera que no caiga en manos de terroristas o gobiernos peligrosos.
Y, tercera y última escala, Nueva York, donde en mayo se va a revisar el Tratado de No Proliferación Nuclear, por el que sólo cinco países tenían permiso para tener bombas atómicas y el resto renunciaban a ellas utilizando sólo su potencia nuclear para usos pacíficos y, siempre,bajo la vigilancia de la Agencia Internacional para la Energía Atómica, con sede en Viena.
Cosas que, ya se sabe, no sólo Irán o Corea no han cumplido.
Los objetivos de Obama
Esta es la nueva estrategia nuclear de Obama, al que ya le han dado un primer disgusto los israelíes...
El gobierno de Jerusalem ha anunciado que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, no irá este lunes a Washington a la cumbre nuclear.
No quiere verse enfrentado a las críticas de Egipto y Turquía sobre su potencial nuclear, y, en general a las exigencias del mundo árabe para que firme de una vez por todas el mencionado tratado de no proliferación nuclear.
A Washington viajará sólo Dan Meridor, que es el ministro encargado de cuestiones de energía nuclear e inteligencia militar.
Israel es el país que más está presionando a los Estados Unidos para frenar las ambiciones nucleares de Irán y donde llevan meses hablando de una posible acción militar unilateral pero con permiso de los EEUU contra las plantas atómicas de ese país.