Los participantes en la cumbre se dan cuatro años para controlar todo el material nuclear
- El terrorismo nuclear es una de las mayores amenazas para la seguridad internacional
- La AIEA estima que cada dos días se produce un incidente en la seguridad
- Los asistentes potenciarán el uso de uranio bajamente enriquecido en las centrales
- Ninguna mención a Irán en el comunicado final
Los 47 países participantes en la cumbre de Seguridad Nuclear que se celebra en Washington han llegado a un principio de acuerdo en la declaración final, a la que ha tenido acceso RTVE.es.
Reconocen que el 'terrorismo nuclear es uno de los mayores desafíos para la seguridad internacional'. Para hacerle frente, apuestan por reforzar las medidas que aseguren el material fisible e impidan que caiga en manos terroristas.
La amenaza es real. El director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Yukiya Amano, estima que cada dos días se produce un incidente relacionado con la seguridad y el tráfico ilegal de materiales fisibles.
Medidas nacionales
Para reducir esta amenaza nuclear, los firmantes se comprometen a tomar 'medidas nacionales responsables' y desarrollar una 'cooperación internacional efectiva y sostenida'. Se fijan un plazo de cuatro años para asegurar todo el material nuclear vulnerable y volverán a reunirse en Corea del Sur en 2012 para hacer un seguimiento de las acciones aprobadas.
En concreto, los 47 países reconocen que es preciso adoptar precauciones especiales con el uranio altamente enriquecido y el plutonio que usan y generan las centrales nucleares. Por ejemplo, Rusia se compromete a deshacerse de 34 toneladas de plutonio, para lo que invertirá 2.500 millones de dólares.
En este sentido, los participantes en la cumbre potenciarán la reconversión de los reactores para que utilicen uranio bajamente enriquecido, que no tiene uso militar. Asimismo, establecerán controles para impedir que la información y la tecnología nuclear pueda ser utilizada por 'actores no estatales'.
Cooperación internacional
Los firmantes acuerdan cooperar como 'una comunidad internacional' para avanzar en la seguridad nuclear, suministrar la ayuda que fuera necesaria e impedir el tráfico ilegal de material fisible.
Otorgan un 'papel esencial' a la Agencia Internacional de la Energía Atómica en este marco y se comprometen a dotarla de la estructura, recursos y conocimientos necesarios para desarrollar su labor.
Esta cooperación internacional queda supeditada a las respectivas leyes nacionales, a través de mecanismos bilaterales y multilaterales. En ningún caso, se vulnerarán los derechos de los Estados al uso pacífico de la energía atómica.
Todo este borrador será complementado con un plan de trabajo, aunque carece de mayor concreción. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que esta cumbre avanza en el aspecto preventivo y supone que "el multilateralismo gana terreno".
Ninguna mención a Irán
El borrador de declaración final omite cualquier mención al programa nuclear iraní o de Corea del Norte, que no han sido invitados a la cumbre, aunque han figurado en las conversaciones bilaterales que ha mantenido Obama.
En particular, destaca el encuentro que mantuvo el lunes con el presidente chino, Hu Jintao. China se ha mostrado dispuesta a trabajar con EE.UU. para imponer sanciones a Irán. Sin embargo, ambas superpotencias discrepan sobre el alcance del castigo y Pekín insisten en el diálogo y la negociación para solucionar definitivamente el programa nuclear iraní.
En este sentido, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, ha reiterado que "no es previsible que Irán sea capaz de fabricar armas nucleares este año, quizás más tiempo". Ante la insistencia de los periodistas, Gates, de camino a Sudamérica, "no cree" que Teherán pueda unirse al selecto club de nueve miembros con armas atómicas.