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El presidente depuesto de Kirguistán, dimitirá si se garantiza su seguiridad y la de su familia

  • Bakíev respondía a la intención de detenerle: "Que lo intenten. Correrá sangre"
  • Ha instado a la oposición a que hable con él
  • La oposiciñon, dispuesta a negociar con Bakíev
  • Los fallecidos por los altercados ascienden a 83

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El presidente depuesto de Kirguistán, Kurmanbek Bakíev, ha hecho pública este martes su disposición a dimitir si se garantiza su seguridad y la de su familia.

Este anuncio se ha producido tras el ultimátum dado por el Gobierno provisional de Kirguizistán: la privación de inmunidad contra Bakíev, que permanece refugiado en el sur del país, y la amenaza de su detención si no se entregaba hoy mismo.

El viceprimer ministro, Azimbek Beknazárov, hacía este anuncio en la capital kirguís, Biskek, tras informar las agencias de que Bakíev esta mañana ha reunido a varios miles de sus partidarios en Jalalabad, en el sur del país, donde se ha refugiado tras su derrocamiento.

Desde allí, desde Jalalabad, ha instado a la oposición a que viajen a este lugar para hablar con él, algo a lo que el gobierno se ha mostrado dispuesto. Además, ha indicado que el gobierno provisional fracasará si pretende detenerle por la fuerza.

Beknazárov, ex fiscal general de ese país de Asia Central, ha informado a la prensa de que "si Bakíev no se entrega al final de este mitin, los cuerpos de seguridad pondrán en marcha una operación para detenerlo".

"Vemos que intenta dividir el país en el sur y el norte. Si incita a la guerra civil, tomaremos medidas adecuadas para detenerlo", ha señalado el funcionario, quien también ha lamentado que Bakíev no haya tomado aún la "decisión sensata" de presentar su dimisión formal.

Por otro lado, también ha agregado que el Gobierno provisional firmado por la oposición tras derrocar al presidente, al que acusaba de autoritarismo, abusos, nepotismo y corrupción, ha abierto contra Bakíev un caso penal, pero no ha precisado los cargos.

Las consecuencias de los enfrentamientos

El Ministerio de Sanidad ha comunicado que, tras la muerte de otras dos personas en los hospitales, los fallecidos por los altercados de la semana pasada ascienden a 83 muertos y más de 1.600 heridos.

Beknazárov ha infotmado que el Gobierno provisional ha suspendido la actividad del Tribunal Constitucional, ya que había sido convertido en un "instrumento de poder" de Bakíev, y ha destituido a la presidenta de la Corte Suprema, Dzhamiul Alíeva.

Mientras,  Bakíev intervino brevemente ante sus partidarios en Jalal-Abad, donde uno de sus asesores dijo a la agencia rusa RIA-Nóvosti que el mandatario depuesto contestará más tarde al "ultimátum" para que se entregue a las nuevas autoridades.

El mandatario ha insistido en su versión de que los opositores que se manifestaban frente a la sede del Gobierno fueron los primeros en abrir fuego contra las ventanas de su despacho, y que los cuerpos de seguridad sólo dispararon en respuesta cuando empezó el asalto del edificio.

Bakíev se mostró convencido de que el Gobierno provisional no cuenta con amplio respaldo popular de la población y restó importancia a las conversaciones telefónicas de la nueva líder kirguís, Rosa Otunbáyeva, con el primer ministro ruso, Vladímir Putin, y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.

"Una llamada por teléfono aún no significa que Putin o Clinton apoyan a Otunbáyeva. A mí ellos no me llaman porque aquí no pueden contactarme", aseguró, según la agencia rusa Interfax.

Bakíev, quien hace varios días ya se había mostrado dispuesto a negociar con el Gobierno provisional las condiciones de su renuncia, confirmó en el mitin que está dispuesto a celebrar conversaciones con las nuevas autoridades, pero no precisó sus exigencias.

El presidente depuesto apareció por primera vez en público el pasado lunes durante un discreto mitin en su pueblo natal, en el que advirtió de que si el Gobierno provisional trata de detenerle, habrá un derramamiento de sangre.

"Que lo intenten. Correrá sangré", decía Bakíev en alusión a su clan familiar y a los partidarios que le protegen en su refugio.

Finalemente, parace que si se garantiza su seguridad y la de todos los miembros de su familia,  dicha sangre no correrá y dimitirá de su cargo.