Bruselas pide a Portugal más medidas de austeridad, pero Lisboa las descarta "por ahora"
- El plan de austeridad de Lisboa es limitado en sus medidas para 2010
- Bruselas quiere un mecanismo permanente de rescate
La Comisión Europea cree que "podría ser necesario" que Portugal adopte más medidas de consolidación fiscal este año para lograr el objetivo de reducir su déficit hasta el 3% del PIB en 2013 desde el 9,4% registrado en 2009. Es la conclusión del Ejecutivo europeo después de evaluar el programa de estabilidad portugués, con el que pretende reducir el déficit más de un punto porcentual este año, y reforzar a partir del que viene las medidas de austeridad para lograr en 2013 el déficit exigido por el pacto de estabilildad de la Eurozona.
"El programa de estabilidad portugués es ambicioso y bastante concreto para los años 2011-2013, pero podrían ser necesarias más medidas de consolidación fiscal, especialmente para este año, si los riesgos macroeconómicos y fiscales se materializan", ha advertido este miércoles en Bruselas el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.
Además de esos riesgos, la Comisión también ha apuntado que el plan portugués asume un escenario macroeconómico "algo optimista", lo que podría dañar la consolidación fiscal, que también es un factor importante "para reducir los desequilibrios externos" y de competitividad. Asimismo, el comisario Rehn ha destacado las "incertidumbres" que pesan sobre el programa de austeridad luso porque las medidas presentadas "todavía deben adoptarse y ponerse en marcha".
Sobre el efecto que esta evaluación de la Comisión puede producir en la credibilidad de Portugal, Rehn ha explicado que la Comisión "no tiene otra opción que hacer una lectura correcta y honesta" del programa portugués pues, de lo contrario, podría dañar a la credibilidad de esa institución "y la situación sería peor".
No es necesario, "por ahora"
El Gobierno de Portugal se ha mostrado dispuesto a adoptar medidas suplementarias "si fuera necesario", pero ha descartado hacerlo "de inmediato". "Por el momento, no se trasluce esa necesidad", ha declarado el ministro de Finanzas portugués, Fernando Teixeira dos Santos.
Según el responsable de las Finanzas lusas, "no hay una necesidad inmediata de adoptar nuevas medidas", aunque se ha comprometido a seguir con atención "la evolución de la situación económica" del país.
"Estamos decididos a aplicar el plan lo más pronto posible y disponemos de un conjunto de medidas concretas, identificadas, que vamos a poner en marcha inmediatamente", ha añadido. En esa línea, Teixeira dos Santos ha anunciado que "antes de fin de mes", el Gobierno presentará en el Parlamento su proyecto de fiscalidad para las plusvalías de la Bolsa.
Otro de los riesgos del programa de reducción del gasto es, según los analistas, que muchas de las medidas que incluyen sean bloqueadas por la oposición, que cuenta con mayoría en el Parlamento.
Tras la crisis de Grecia, Portugal es otro de los países mediterráneos señalado por los mercados como de riesgo creciente, especialmente después de que la agencia internacional Fitch rebajara la calificación de su deuda soberana a finales del mes pasado.
Bruselas desea un mecanismo permanente de rescate
Durante la rueda de prensa sobre la evalución del plan portugués, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios también ha expresado el deseo de Bruselas de crear un mecanismo permanente para hacer frente a eventuales crisis como la griega.
"El instrumento para Grecia sirve para la necesidad inmediata, pero hace falta poner en marcha un mecanismo continuo", ha señalado Olli Rehn.
Aunque no ha proporcionado demasiados detalles, el comisario sí ha dejado claro que esta solución siempre se utilizaría en última instancia, incluiría una rigurosa condicionalidad y su uso sería fuertemente desincentivado para evitar que los posibles casos "lleguen tan lejos" como Grecia. A pesar de esa excepcionalidad, ha advertido, "es mejor estar preparados para todo tipo de eventualidades".