Chávez conmemora el fallido golpe de Estado contra él alistando a 30.000 milicianos voluntarios
- Los bolivarianos han jurado dar su vida por el socialismo en Venezuela
- El presidente cree que "la amenaza golpista e imperialista no ha acabado"
El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha conmemorado su retorno al poder tras el fallido golpe de Estado de 2002, un día como hoy, y lo ha hecho tomando juramento a 30.000 nuevos milicianos que se comprometen a impedir que se repita.
Chávez ha utilizado la espada del Libertador Simón Bolívar para el juramento, en el que los milicianos prometen dar la vida si fuera necesario "por la independencia de la nación, la construcción, junto al pueblo, del socialismo bolivariano y la revolución socialista". Antes del acto, Chávez ha advertido a los asistentes que "el 11 de abril (de 2002) no ha terminado".
"La amenaza golpista e imperialista no ha terminado ni terminará a corto plazo, porque ahí están los pitiyanquis venezolanos (pro estadounidenses), la oligarquía apátrida, buscando la manera de desestabilizar el país", ha explicado el gobernante.
"Ahí está el gobierno yanqui y sus gobiernos lacayos, como el gobierno de Colombia, buscando siempre la manera de agredir a Venezuela", señala el mandatario, que ha añadido que "la batalla para derrotar al imperialismo y a sus lacayos es de todos los días".
El pueblo en armas
Las milicias bolivarianas son grupos de voluntarios que cumplen funciones militares, reciben entrenamiento y son calificados por Chávez como "el pueblo en armas". Nacieron como respuesta a posibles agresiones "imperialistas" en 2005, tres años después del golpe contra Chávez.
Al acto de este martes han asistido uniformados y armados con los fusiles de asalto FAL, sin cargador, recientemente dados de baja en el ejército tras más de 50 años de servicio y, según opinión de expertos, sin otra capacidad de servicio que la de su uso en desfiles o actos de protocolo.
El evento, bautizado como 'Día de la Milicia Bolivariana, del Pueblo en Armas y de la Revolución de Abril', conmemora la reposición de Chávez en la presidencia el 13 de abril de 2002 después de que miles de ciudadanos de las clases pobres fundamentalmente salieran a las calles mientras que tropas leales rescataban al presidente de la isla de la Orchila y lo llevaban a Caracas.
"Ese maldito imperio yanqui"
Chávez ha dicho en el acto que Venezuela no es una "amenaza" para nadie y que no ha empezado una "carrera armamentista", como repiten en el exterior. "Hay que tener cinismo para decir eso sobre todo si lo dice ese imperio maldito que es el imperio yanqui, que un día desaparecerá de la faz del planeta", afirma Chávez.
"Y saben que no me refiero al pueblo de Estados Unidos, porque ese pueblo se encargará un día de ponerle fin a la era imperial", ha añadido.
"Mientras tanto, tenemos que seguir preparándonos para la defensa del país en todos los terrenos, en lo cultural, en lo político, en lo económico y también en lo militar", afirma Chávez, que ha recordado que durante el golpe de 2002 helicópteros, submarinos y un portaaviones estadounidense estuvieron en aguas y en territorio venezolanos a la expectativa del desenlace del golpe.