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Giorgio Metta: "Los robots que vemos en la Ciencia Ficción tardarán muchos años en llegar"

  • Metta es uno de los padres del robot que ha sido capaz de aprender
  • Una piel permitirá al robot sentir e interactuar con las personas

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Giorgio Metta juega con iCub, el robot que ha sido capaz de ir adquiriendo conocimientos.
Giorgio Metta juega en la Campus Party Europa con iCub, el robot que ha sido capaz de ir adquiriendo conocimientos

En 2005 un consorcio europeo puso en marcha el proyecto Robot Cub, con el que se pretendían desarrollar los sistemas cognitivos robóticos. Su primera 'criatura' es iCub, un humanoide de un metro de alto y tiene la inteligencia de un niño de tres años y medio.

En su cuerpo se encuentran una serie de sensores relacionados con el tacto, la visión y la audición, que han permitido a los científicos empezar a reproducir el aprendizaje humano. De hecho, iCub es capaz de gatear, coger cosas e incluso levantarse.

Giorgio Metta es profesor asistente del departamento de Comunicación, Computación y Ciencias de la universidad de Génova, y uno de los padres de esta particular criatura. Ha estado en la Campus Party Europa, hablando sobre este proyecto, y ha atendido a las preguntas de RTVE.es para explicar algo más de este "niño robotizado".

Pregunta (P). -  ¿Qué es exactamente el proyecto iCub?

Giorgio Metta (G.M.). - Se trata de un proyecto con el que queremos investigar el aprendizaje humano. Para ello hemos utilizado una serie de cinco robots humanoides que han ido adquiriendo conocimientos a lo largo de cinco años. De este modo hemos podido reproducir los mecanismos que emplea el cerebro para aprender, y hacer que la máquina fuera adaptándo su comportamiento a las circunstancias a las que debía enfrentarse.

P.- Y cómo habéis conseguido hacerlo

G.M. - Hemos empleado una mezcla de última tecnología. De hecho sólo su cabeza tiene en torno a 25 ordenadores que trabajan al mismo tiempo. A eso le hemos añadido un código abierto que se ha podido ir modificando por los distintos participantes en el proyecto, y luego una mezcla de aprendizaje de la propia máquina y un control automático del robot.

Hemos desarollado una piel que permite al robot sentir. Esto le permitirá interactuar con las personas

P.- ¿Cuáles han sido los resultados que se han obtenido?

G.M. - El iCub ha conseguido tener conocimientos que le han permitido tocar y manipular algunas cosas. También ha logrado levantarse y gatear. Además mediante el incremento de la percepción del robot hemos logrado que tenga un nivel muy alto a la hora de hacer estas tareas. Y esto es mucho más de lo que estas máquinas han podido hacer hasta ahora.

P.- De momento las investigaciones se han centrado en este robot humanoide de tres años y medio que ha ido aprendiendo, pero ¿qué proyectos hay para el futuro? ¿Crecerá?

G.M. - Por ahora hemos desarrollado una piel que permite al robot sentir cuando toca algo o le tocan. Esto le permitirá utilizar toda la información que vaya obteniendo de esos sensores para manipular objetos o interactuar con las personas. El funcionamiento de esa piel es muy sencillo, se parece al de una pantalla táctil de un teléfono móvil. Lo tenemos ya muy avanzado, y esperamos que esté listo en 2012.

Pero no se queda aquí. Hay otros proyectos que están destinados a estudiar el aprendizaje del lenguaje, el cómo un robot puede evitar accidentes y otro que va a adquirir conocimientos a través del movimiento y del lenguaje visual.

P.- Cuál consideras que será el futuro de la robótica. ¿Conseguiremos llegar al robot totalmente autónomo del control humano?

G.M. - A corto plazo creo que los robots podrán ser muy útiles para atender a las personas que tengan algún problema de salud grave, o que no puedan moverse. También -y esto ya está en el mercado- se podrán utilizar en la limpieza, por ejemplo. Es decir, podrá realizar aplicaciones sencillas y, además, muy pronto. Ahora bien, llegar a un robot completamente autónomo es más complicado. El robot de ciencia ficción va a tardar en llegar todavía muchos años.