El presidente depuesto de Kirguistán dimite y se refugia en la vecina Kazajstán

• Ha partido en avión desde su refugio en el sur 
• Bakíev ha tenido que huir de un mitin esta mañana

El ex presidente a la salida del mitin respaldado por sus guardaespaldas que se abrieron paso con disparos

El derrocado presidente de Kirguistán, Kurmanbek Bakíev, ha abandonado el país para refugiarse en la vecina Kazajstán, según han informado fuentes del gobierno interino así como la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa, que ha indicado que la salida ha sido negociada entre Moscú, Washington y Kazajstán.

Además, una fuente del gobierno interino ha indicado que Bakíev ha firmado su dimisión antes de abandonar el país, al que se habría comprometido no regresar. 

En las negociaciones han participado también la ONU y la Unión Europea, así como el Gobierno provisional kirguís y el propio Bakíev, según un comunicado de la OSCE en el que considera que la partida del presidente derrocado supone "un importante paso hacia la estabilización y para evitar la guerra civil en Kirguizistán".

Bakíev se negó a dimitir y dejar Kirguistán desde que fue derrocado la semana pasada después de sangrientos enfrentamientos entre la policía y miles de sus opositores, que dejaron 84 víctimas mortales.

Obligado a huir de un mitin

La última aparición pública de Bakíev se ha producido esta mañana cuando ha intentado dar un mitin en la ciudad de Osh, al sur de país.

Cerca de 500 partidarios del presidente depuesto se habían reunido para escucharle pero tal reunión no pudo celebrarse. Adversarios del ex presidente se lo impideron de tal forma que los guardaespaldas de Bakíev han tenido que abrirle paso disparando al aire.

Los altercados comezaron cuando un grupo de opositores trataron de acceder a la tribuna donse se encontraba el ex líder. Una tribuna que después los opositores rompieron tras echar a los seguidores del presidente derrocado según informa la agencia rusa Interfrax.

Partidarios y detractores se enfrentan

Una vez los partidarios del nuevo gobierno lograron su objetivo se dispusieron a celebrar un acto en el que celebrar la nueva situación política que vive el país de la mano de Rosa Otunbáyeva.

Uunas 4.000 personas se congregaron en la plaza de la ciudad. Muchos de ellos eran estudiantes, portaban carteles con lemas de apoyo a las nuevas autoridades y con llamamientos a Bakíev para que renunciara.

Pero las cosas no terminaron allí ya que los partidarios del depuesto presidente, que habían sido echados, trataron por su parte de boicotear este acto.

Cinco autobuses con seguidores de Bakíev llegaron a la plaza y se dirigieron a la tribuna, coreando consignas a favor de su líder, al tiempo que trataban de quitarles las pancartas a sus oponentes.