Bruselas quiere influir en los presupuestos nacionales a cambio de un mecanismo de ayuda
- El Eurogrupo acuerda tener un plan de ayuda permanente contra crisis de deuda
- A cambio, se impondría un mayor control del déficit y sanciones más elevadas
La crisis griega está impulsando las reformas en la coordinación económica que durante años se ha reclamado para la zona euro, de forma que la reunión informal que este viernes celebra el Eurogrupo en Madrid se ha alcanzado un acuerdo para establecer un mecanismo permanente de ayuda para países en dificultades financieras, que a cambio incorporaría mayores sanciones en caso de déficit excesivos y la posibilidad, aún en estudio, de que Bruselas revise las cuentas de cada Estado antes de su aprobación.
La Comisión Europea presentará una propuesta el próximo 12 de mayo al respecto, según ha avanzado el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, tras la reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro, en la que se han abordado los problemas de Grecia y, por extensión, el reforzamiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece los límites de deuda de los países que utilizan la moneda única.
En pimer lugar, los ministros han acordado establecer un mecanismo de rescate financiero permanente para luchar contra las crisis de deuda como la que atraviesa el esado griego. "Hemos detectado fallos en nuestro sistema de vigilancia y en la reacción contra la crisis. Queremos eliminar estos puntos negros", ha justificado el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker.
A cambio de establecer esa ayuda permanente y para evitar que se convierta en un incentivo para incurrir en déficit, la Comisión Europea pretende imponer mayores sanciones a los países con déficit excesivo.
Revisar los presupuestos antes de su aprobación
“Debemos vigilar los presupuestos cuando podemos incidir en ellos“
Las reformas, sin embargo, no se limitarían a elevar las sanciones para quien exceda los límites previstos, sino que Bruselas quiere poder influir en la confección de los presupuestos: "Debe haber una vigilancia e integrar la dimensión europea en los procesos nacionales presupuestarios, cuando todavía podemos incidir en ellos", ha explicado Rehn.
En concreto, Rehn ha precisado que"las grandes orientaciones presupuestarias" deberán ser revisadas entre cada Gobierno o Parlamento y la Comisión Europea con el fin de coordinar las políticas. "No se trata de restarles a los Estados miembros sus derechos específicos, sino una cuestión de información: es fundamental conocer la trayectoria de los países vecinos", ha comentado el comisario, que se ha dicho "muy animado" por la acogida de estas propuestas, aunque está por ver si los Gobiernos accederán a someter sus cuentas a un control previo de la Comisión Europea.
En cualquier caso, tanto Juncker como Rehn han recalcado el acuerdo existente en el seno del Eurogrupo al respecto, así como en la necesidad de coordinar las diferencias de competitividad entre los países para reducir desequilibrios. En este sentido, el Eurogrupo ha decidido examinar la competitividad de dos países en cada una de sus reuniones, un ejercicio que inaugurarán España y Finlandia y al que se someterán posteriormente Portugal y Luxemburgo.
También la ministra española, Elena Salgado, que ejerce la presidencia del Ecofin, ha destacado que "hay consenso en casi todos los temas", resaltando, entre otros aspectos, la intención de la Comisión de considerar los niveles de deuda, y no sólo el déficit, en su evaluación de las cuentas nacionales.