El auge de los liberales sume en el caos el panorama electoral británico
- Las encuestas los colocan en segunda o tercera posición
- Los beneficiados son los laboristas, pese a estar en tercera posición
- El panorama electoral podría dejar un partido ganador y otro con más escaños
¿Y si el ganador de las elecciones fuese el tercero y no el primero? Esta pregunta, teóricamente absurda, es la que plantea la última encuesta electoral publicada en Reino Unido, que plantea la consecuencia práctica del auge de los liberal demócratas:¿ Qué ocurrirá después del 6 de mayo si se confirman los vaticinios electorales?
La encuesta del instituto ICM para el periódico The Guardian da sus respuestas y todas son, cuando menos, inquietantes. Con una subida de diez puntos en una semana, los liberales se sitúan en segunda posición con un 30%, por delante del 28% de los laboristas y el 33% de los conservadores.
El problema es que con el actual sistema electoral, en el que el ganador en una circunscripción se lleva los votos, este reparto del apoyo popular no quedaría ni mucho menos reflejado en la Cámara de los Comunes resultante.
Los laboristas, terceros en votos, tendrían 275 asientos frente a los 245 de los conservadores, que le sacan cinco puntos. Los liberal demócratas, por su parte, se quedarían con 99 diputados, solo 37 más que hace cinco años.
Dolor de cabeza de los conservadores
Así las cosas, el auge de los liberal demócratas se perfila como un auténtico antídoto para el intento de los tories de asaltar Downing Street, ya que frustra su ascenso como portadores del voto de cambio y, además, le frena en el asalto de los llamados asientos marginales, aquellos que están en manos laboristas por la particularidad del sistema y que solo podrán conseguir con una diferencia superior a los siete-ocho puntos respecto a los laboristas.
"No puedo predecir qué va a pasar...Todo lo que sé es que los viejos moldes, los viejos patrones, las viejas rutinas se están rompiendo", ha declarado el líder liberal, Nick Clegg, en una rueda de prensa en la capital de Gales, Cardiff. "Quiero ser el próximo primer ministro", ha añadido.
Otras encuestas incluso son más halagüeñas con su partido que la del Guardian, que por primera vez en su serie histórica desde 1984 lo sitúa como segundo partido en plena campaña electoral.
El sondeo realizado por la empresa Yougov para el Sun este lunes sitúa a los liberal demócratas por delante con un 33% frente al 32% de los tories y el 26% de los laboristas.
Sin embargo, aunque los británicos parecen haber enterrado el sistema bipartidista que les ha regido durante décadas para rescatar a este partido -unión de los liberales y partidos socialdemócratas en los 80- lo cierto es que el reparto de escaños sigue siendo el antiguo.
Críticas a la posible inestabilidad
Por eso, los llamamientos a la estabilidad y a evitar un 'hung parliament' -un parlamento sin mayorías- se suceden desde las filas conservadoras y laboristas.
"Lo que quieren los mercados, lo que la gente de este país quiere es competencia, es certeza, ellos quieren un gobierno que sepa lo que está haciendo", ha declarado el canciller del Tesoro, el ministro de Economía laborista, Alistair Darling,jugando la carta de la experiencia frente a la bisoñez de los liberales.
"¿Piensa alguien que vamos a salir de este hoyo económico sin un liderazgo auténtico y decisivo?", se ha preguntado en voz alta el líder torie, David Cameron, con el apoyo implícito de los inversores.
Lo cierto es que, si se cumple el panorama pintado por el Guardian, el escenario con el que se puede encontrar la reina Isabel II a la hora de llamar a un candidato para formar Gobierno puede ser de pesadilla: con Gordon Brown en Downing Street y con la mayoría de escaños pero por detrás de conservadores y liberales por delante en votos, ¿ a quién mirará?
Más aún, si se cumpliese la 'machada' y los liberales fuesen los más votados pese a tener un centenar de diputados, ¿renunciarán en favor de sus aliados naturales laboristas? ¿Le darán una oportundiad a los conservadores? La solución, en tres semanas.