Enlaces accesibilidad

Carlos Solchaga: "Ha habido un cambio de actitud en el Gobierno"

  • El ex ministro de Economía cree que se empiezan a encarar las reformas
  • A su juicio, los presupuestos de 2011 serán claves para su credibilidad

Por

"Zapatero no me ha llamado y creo que no lo necesita; tiene gente suficiente con él", aclara desde el primer momento a los periodistas Carlos Solchaga, ministro durante más de una década, primero de Industria y luego de Economía, en los sucesivos gobiernos de Felipe González. Ahora, tras más de 15 años alejado de la política activa, se ha convertido en un observador privilegiado de la situación económica.

Desde esa distancia, Solchaga se siente con plena libertad para mostrarse crítico con el Gobierno socialista en la charla organizada por la revista Vanity Fair: considera que el modelo austriaco no es aplicable en España, que los préstamos directos del ICO no resolverán la falta de crédito y que no se creará empleo hasta 2011, pese a que la ministra de Economía, Elena Salgado, crea que será este año.

Sin embargo, esa misma libertad no le impide reconocer que la subida del IVA es necesaria o que la eliminación de ministerios sería "irrelevante" en el plan de austeridad. Cree que son necesarias no sólo más reformas estructurales, sino que sean más ambiciosas, aunque, a su juicio, "ha habido un cambio de actitud en el Gobierno" que se advierte en las declaraciones de Zapatero a Financial Times.

Es más probable que la gente confíe en ti si no cree que has estado echando balones fuera

"Si tratas de resolver, con medidas no precisamente populares, los problemas, es mucho más probable que la gente confíe en ti que si tiene la impresión de que has estado echando balones fuera", ha comentado, aunque también ha subrayado que el Ejecutivo tiene un tiempo limitado para afrontar las reformas. En caso contrario, "la probabilidad que su prestigio quede afectado es muy elevada".

Un contrato de trabajo único

Entre esas reformas pendientes, Solchaga considera esencial la del mercado laboral, a la que el Gobierno ha llegado "tarde, mal y nunca, aparentemente con poca confianza y con menos deseo", por lo que, ha señalado, "no me sorprende la confusión".

Sobre las medidas propuestas, ha rechazado que el modelo alemán de trabajo parcial o el modelo austríaco -"no se puede administrar en un país tan grande como esté, Austria es más pequeño que Cataluña", ha argumentado- sean la solución, y ha abogado por "ir hacia un solo contrato, un contrato creíble y que tenga un techo por despido que sea tolerable por la economía".

Hay peligro de que el ICO se convierta en un registro de impagados; hay que usar el FROB

El crédito sería el segundo gran problema y tampoco en este aspecto cree Solchaga que se hayan tomado medidas, ya que los préstamos directos del Instituto de Crédito Oficial tendrán "resultados limitados", dado que el ICO no tiene una red de oficinas ni un sistema de evaluación de riesgos: "Hay peligro de que se convierta en un registro de impagados". La solución, a su juicio, es sanear el sistema financiero con un uso "más eficaz del FROB".

En cuanto a la Ley de Economía Sostenible, ha sido aún más contundente: "Yo nunca he creído en eso del cambio de modelo", ha señalado, añadiendo que, en cualquier caso, dependerá del mercado y de la iniciativa empresarial y no del Gobierno.

Mantener la subida del IVA

Entre las actuaciones positivas, Solchaga ha recalcado que él también hubiera subido el IVA, tanto para estimular que se adelanten compras al primer semestre como para enviar un mensaje a los mercados financieros: "Fue la única medida que señalaba el propósito del Gobierno de iniciar el ajuste fiscal, ese valor psicológico es muy importante. Retirarla ahora sería como ponerse una pistola en la sien".

Retirar ahora la subida del IVA sería como ponerse una pistola en la sien

Además, el ex ministro considera que no perjudicará tanto al crecimiento en el segundo semestre del año como anuncian algunos sectores, ya que las exportaciones de bienes y de servicios -esencialmente turismo- y el aumento del consumo -"algún rebotará a la baja la tasa de ahorro"- deberían compensarlo.

También ha respaldado el plan de austeridad, asegurando que un ahorro de 50.000 millones de euros en tres años "no es una cantidad despreciable", pese a que si la recuperación es más lenta de lo previsto, como parecen indicar los últimos datos en toda Europa, "vamos a tener que hacer más recortes".

Desde su punto de vista, la credibilidad de todas estas reformas se medirá en los próximos meses: "Va a haber un punto de no retorno: la presentación del presupuesto del año 2011. Si no que queda muy claro como se procede en el primer año de ajuste fiscal previsto, hasta 2012, va a ser casi imposible mantener la confianza".

"Zapatero es como es"

Solchaga no ha evitado tampoco expresar su opinión sobre el presidente del Gobierno, al que recientemente calificó de "personalista": "Zapatero es como es, no hay que esperar otra cosa. Tiene la percepción de que el es el operador político más importante del sistema y la gente que está en torno a él simplemente son ayudantes de su operación, sin perfil propio".

En cualquier caso, cree que el líder del Ejecutivo "está satisfecho con sus ministros", por lo que "si cambia de Gobierno, será por otras razones".

Lo cuenta en una entrevista a la revista Vanity Fair que se publicará mañana, en la que también dice es arriesgado tener un gobierno "presidencialista" en el que el único agente político relevante, dice, sea el propio Presidente. Sobre la salida de Pedro Solbes del Gobierno de Zapatero, Solchaga dice que él se habría ido mucho antes.

Sobre la oposición, ha criticado al ex presidente José María Aznar, que este lunes acusaba al socialismo de fomentar el paro y el despilfarro: "Antes era una trilogía, pero ayer se le olvidó el tercer término, la corrupción". Con todo, ha querido recalcar que la mayoría de los militantes y simpatizantes del PP están "extremadamente cabreados con la trama Gürtel, igual que estaban mis compañeros con el caso Filesa".

Por último, Solchaga también ha querido referirse al juez Baltasar Garzón, admitiendo que "ha tenido un comportamiento un poco descuidado", aunque, a su juicio, "no hay manera de explicar como un hombre como Garzón está siendo acosado hasta ese punto por sus compañeros".