Grecia obtiene 1.950 millones en préstamos, pero el elevado interés agrava su endeudamiento
- El riesgo de su deuda vuelve a alcanzar el máximo en 11 años
- El Banco de Grecia aboga por acudir a los créditos de los socios europeos
- Las negociaciones sobre el mecanismo de rescate empiezan este miércoles
Grecia ha conseguido colocar este martes 1.950 millones de euros en letras del tesoro a tres meses, aunque lo ha hecho pagando un interés del 3,65%, diez veces más alto que el de hace siete meses. Con esta emisión de títulos, Grecia ha logrado préstamos en el mercado que le permiten reducir sus necesidades de crédito para el mes de mayo "a menos de 10.000 millones de euros", según ha confirmado el ministro de Finanzas, Yorgos Papaconstantinu.
Pese a la elevada deuda aún pendiente, el ministro griego ha descartado que se estudie renegociar la deuda del país: "No hay tal plan". Grecia, ha asegurado, podrá cubrir sus necesidades crediticias para mayo porque "pedirá créditos, ya sea a los mercados internacionales, ya sea a sus socios" europeos. "El Gobierno griego decidirá si pide la activación del mecanismo cuando lo considere necesario, y eso dependerá de dos cosas: las condiciones de crédito en los mercados y el progreso de las negociaciones", ha explicado.
Sin embargo, el director del Banco de Grecia, Yorgos Provópulos, ha expresado su preocupación por la subida del diferencial del bono griego a diez años con el "bund" alemán, la referencia en los mercados europeos, que este martes ha vuelto a tocar su máximo nivel de los últimos 11 años, al alcanzar los 485 puntos básicos.
Esa elevada prima de riesgo sobre la deuda griega multiplica el coste de cualquier préstamo conseguido en los mercados, por lo que el responsable del supervisor financiero en Grecia ha abogado por recurrir al plan de rescate aprobado por los países de la Eurozona. "Es muy importante que exista ese mecanismo de ayuda y se concrete la cantidad que se pondrá a disposición del país cuando se necesite", ha reclamado.
Un plan de ayuda a largo plazo
Para concretar esos detalles, el Gobierno griego tiene previsto comenzar este miércoles una ronda de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) para concretar las condiciones, cantidades y calendario que seguirá el mecanismo de rescate en los próximos tres años. Esas discusiones deberían haber comenzado el pasado lunes, pero las cancelaciones de vuelos causadas por la nube de ceniza de un volcán islandés han retrasado la llegada a la capital griega de los funcionarios europeos.
Hasta ahora, los miembros de la Zona euro sólo han concretado un montante de créditos en el primer año por valor de 30.000 millones de euros, con un interés del 5%, y otros 15.000 millones de aportación del FMI a un interés más bajo.
Se prevé que, durante su estancia en el país heleno, la veintena de expertos enviados por las tres instituciones visite bancos, instituciones de la Administración y ministerios para formarse una imagen completa del cumplimiento del plan de recuperación y de desarrollo de la economía griega de tres años, y examinará medidas adicionales para los próximos dos años.
Así, el proceso de negociación podría prolongarse dos o tres semanas, según la Comisión Europea, y según ha advertido el ministro griego de Finanzas, Yorgos Papaconstantinu, "no tienen que concluir necesariamente con un acuerdo. Puede definirse un marco general al que regresar en fechas posteriores".
80.000 millones para evitar la quiebra
Según la estimación de uno de los miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, el alemán Axel Weber, Grecia podría necesitar 80.000 millones de euros en los próximos años para evitar la quiebra. En sus declaraciones recogidas por The Wall Street Journal, Weber también ha señalado que el endeudamiento del país heleno se está agravando y "los números están cambiando continuamente".
"Cada vez más, los mercados consideran, no sólo que habrá paquete de ayuda a Grecia, sino que todas las carteras de deuda, al final, tendrán que reestructurar sus bonos", ha explicado el analista Piet Lammens.
El economista jefe del FMI Olivier Blanchard ha advertido en una entrevista en el diario francés Le Monde, que "desde luego que Grecia debe apretarse el cinturón para poder salir de sus problemas, pero prestarle fondos de rescate a intereses elevados no tiene sentido porque eso hará imposible la recuperación".
En la misma línea se ha pronunciando este martes el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien ha dejado entrever que la tasa del 5% de interés fijada para los créditos que los miembros de la Eurozona concederán a Atenas, es demasiado elevada.
Ésa ha sido su respuesta a las preguntas de varios europarlamentarios sobre si no creía que ese interés es demasiado alto. Duaro Barroso ha explicado que mantuvo largas discusiones sobre ese punto con los jefes de gobierno europeos, pero "desgraciadamente, ésa fue la única solución posible". "Vayan a hacer esa pregunta a Angela Merkel", ha concluido Durao Barroso.
No habrá más ajustes este año
Además, el ministro de Finanzas ha rechazado que Atenas asuma medidas de austeridad adicionales en 2010, tal y como sugieren algunas informaciones publicadas por la prensa sobre supuestas presiones del FMI para que el Gobierno griego endurezca aún más su plan de ahorro y recorte el gasto público. "El Ejecutivo ha adoptado medidas fiscales muy severas y graves para 2010, y lo que ahora está en discusión es la concreción de medidas fiscales para los próximos dos años", ha remarcado Papaconstantinu.
El Gobierno de Atenas se enfrenta desde hace meses a intensas protestas sociales por su estricto recorte del gasto público y otras medidas de austeridad. Esta semana, el Partido Comunista de Grecia ha convocado varias manifestaciones para el miércoles y el jueves en más de 40 ciudades del país con el fin de reivindicar una subida del salario mínimo hasta los 1.400 euros mensuales, desde los 740 actuales, y protestar contra las severas medidas de austeridad. También el jueves, los funcionarios públicos están llamados a una huelga de 24 horas para denunciar los recortes del 30% de sus ingresos.