La gestión de la crisis aérea, a debate por aerolíneas y analistas

• Compañías como Air France y Air Europa critican las restricciones al tráfico
• Un experto de la ONU cree que "dado el riesgo, era lo único que se podía hacer"

Vista aérea de la torre de control del aeropuerto de Frankfurt en Alemania.

Tras la tempestad no ha llegado precisamente la calma.  Los aviones ya vuelan en el 75 % del cielo europeo, pero aquí en la tierra comienzan el análisis y la crítica a la gestión de la mayor crisis aérea que ha sufrido Europa, superando incluso, el caos que provocó el 11-S.

Políticos, analistas, aerolíneas y diversas organizaciones internacionales han calificado como "exageradas" las medidas de restricción al tráfico aéreo por la nube de ceniza volcánica del volcán islandés Eyjafjalla, que han supuesto la cancelación de cerca de 100.000 vuelos en los últimos seís días, afectando a más de siete millones de personas y generando unas pérdidas de 1.200 millones de euros a las compañías aéreas. 

El presidente del Consejo Mundial de Viajes y  Turismo (WTTC), Jean-Claude Baumgarten, ha criticado este miércoles a las autoridades  europeas por gestionar la crisis"con mentalidad de principios del siglo XX, sin tener en cuenta las necesidades de la industria de los  viajes en el siglo XXI".

Baumgarten ha defendido la necesidad  de centralizar el control del tráfico aéreo en Europa porque evitaría que en circunstancias similares se cerrara todo el espacio  aéreo, ya que sería más fácil coordinar la búsqueda de pasillos seguros  desde un único punto de toma de decisiones.

Muy críticos se han mostrado también los representantes de las aerolíneas Air Europa y Air Berlin. El presidente del grupo Globalia --al que pertenece Air   Europa--, Juan José Hidalgo, ha afirmado que se han "extralimitado los  sistemas de seguridad" en la gestión de esta situación, ya que "se ha   comprobado" que las cenizas de la nube volcánica no provocaban "tal daño en los motores", por lo que considera innecesario "haber cerrado  a  calicanto" los aeropuertos. 

Sin embargo, hay quienes sí defienden la decisión de las autoridades europeas de impedir volar a los aviones.

"Lo único que se podía hacer era impedir los vuelos"

El consejero científico de la ONU, Henri Gaudru, tiene más de 40 años de experiencia en el estudio de las erupciones volcánicas, y subraya que nunca se ha elaborado un estudio serio del efecto de este polvo en los motores de los aviones

"En ausencia de hechos fiables, la única cosa que se podía hacer era impedir que los aviones volaran,  dado el riesgo de que estos sufrieran daños graves en los motores, y quizás pudieran estrellarse", ha explicado Gaudru, presidente de la Sociedad Europea Vulcanológica.

"No ha sido una reacción exagerada. Sencillamente, no sabemos lo suficiente sobre estas nubes y lo que puede suceder a los aviones que las atraviesan", ha indicado.

"Imagínense si no se hubiese hecho nada y hubiésemos tenido un impacto con una pérdida grave de vidas", ha asegurado, por su parte, la portavoz de la  Estrategia Internacional de Naciones Unidas para la Reducción de  Desastres (ISDR), Brigitte Leoni. "¿Qué habría dicho entonces la gente?".

El próximo será...¿el Vesubio?

Gaudru considera que debe realizarse un estudio adecuado del problema por parte de ingenieros de aviación, meteorólogos y geofísicos. "Sería vital para los sucesos futuros si tuviésemos respuestas a las preguntas que han surgido en este período", ha afirmado.

El experto, que ha observado volcanes en todo el mundo, ha indciado que la próxima erupción del Vesubio,  en el centro de una zona densamente poblada de la ciudad italiana de Nápoles, también puede suponer  problemas a la aviación. Este volcán está considerado como uno de los más peligrosos del mundo y los especialistas afirman que podría entrar en erupción dentro de poco.

Científicos y otros expertos se  reunirán en las islas Canarias del 30 de mayo al 6 de junio en una  reunión de vulcanólogos en la que se debatirán todos estos temas.