Nuevos disturbios en Tailandia dejan un soldado muerto y decenas de heridos
- Los manifestantes preparan para este miércoles manifestaciones
- Desde primera hora se escuchan disparos por todo Bangkok
Tailandia ha amanecido, de nuevo, en torno a un creciente ambiente de tensión. A primera hora se han escuchado disparos y, desde el aire, tropas tailandesas han atacado, con cartuchos de goma para intimidar, un convoy de los manifestantes antigubernamentales.
Un soldado tailandés ha muerto de un tiro en la cabeza según dos testigos de la agencia Reuters, aunque no está claro de dónde procede el tiro. Hay, además, diez personas heridas
El portavoz del Ejército, el coronel Samsem Kaewkammed, ha comunicado a la prensa que las tropas tienen la orden de disparar balas de goma, aunque también están autorizadas a emplear munición real en defensa propia.
Los manifestantes, que persiguen forzar la caída del Gobierno tailandés, fueron interceptados cerca del viejo aeropuerto internacional de Don Muang y del cuartel general de la Fuerza Aérea, al norte de Bangkok, por unos 900 soldados y policías.
De acuerdo a la versión de testigos, las tropas dispararon cuando algunos de los cabecillas de los manifestantes intentaron traspasar el control de seguridad montado en la autovía que conduce a Don Muang, que fue cerrada al tráfico.
Refuerzo de los campamentos de protesta
Frente a esta represión policial, los manifestantes han colocado este miércoles bombonas de gas en las barricadas y han reforzado su campamento en pleno corazón de Bangkok, para estar preparados ante un posible asalto del Ejército.
Con bombonas de gas y también cócteles molotov en algunos tramos de las empalizadas, los"camisas rojas" confían enviar una señal a los soldados de las consecuencias que acarreará disparar contra su campamento, ha confesado Somluck Aphisart, miembro del servicio de seguridad de Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura.
En el campamento montado muy cerca de varios de los más lujosos centros comerciales y hoteles de la capital permanecían, a primeras horas del miércoles, entorno a un millar de manifestantes, una cantidad inferior a la de 8.000 de días anteriores.
Los "camisas rojas" tienen previsto, para este miércoles, llevar a cabo marchas hacia distintos puntos de Bangkok, en un intento de desafiar el estado de excepción y las amenazas del Gobierno de actuar con firmeza contra los manifestantes.
El Ejército, al que el Gobierno del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, ha puesto a cargo de la seguridad en Bangkok, desplegó la pasada noche varios cientos de efectivos de refuerzo en las áreas adyacentes al campamento fortificado de los camisas rojas.
Disturbios
Esta madrugada ha estallado una bomba de escasa potencia frente a una sucursal de Bangkok Bank, el mayor banco comercial del país, sin causar heridos.
Desde que a mediados del pasado mayo comenzaron las protestas que persiguen la disolución del Parlamento y elecciones anticipadas, al menos 26 personas han muerto y cerca de otras mil han resultado heridas en brotes de violencia.
El primer ministro, Abhisit Vejjajiva, anunció el pasado fin de semana que las autoridades se estaban preparando para desalojar a los camisas rojas de la zona ocupada, aunque hasta el momento, no se aprecian señales evidentes de que eso vaya a ocurrir en breve.
El frente antigubernamental tailandés considera a Vejjajiva, líder del Partido Demócrata, un aliado de las élites militar, burócrata y empresarial, a las que acusa de manipular la votación parlamentaria mediante la que fue elegido hace año y medio.