Detenidos dos empresarios más por el fraude de Fincas Corral que superaba los 25 millones
- Hasta 500 personas podrían resultar afectadas por el fraude
- El dueño de Fincas Corral fue detenido acusado de estafa
Los Mossos d'Esquadra han detenido a otros dos empresarios catalanes presuntamente relacionados con el supuesto fraude que el dueño de Fincas Corral, Josep Xicola, orquestó y que se estima que puede superar los 25 millones de euros en deudas. A los nuevos detenidos en la operación 'Onix' se le imputan los delitos de estafa continuada, insolvencias punibles y asociación ilicita.
No se descartan más detenciones y que puedan aparecer más perjudicados por la trama, que se calcula que habría afectado directa o indirectamente a más de 500 personas.
Xicola fue detenido la madrugada del viernes y hacía meses que era investigado por ser el cerebro de una organización que habría articulado un fraude basado en compras continuadas de empresas con problemas financiaros a cambio de sustanciosas comisiones. Las sociedades después eran abandonadas, dejando de cumplir sus compromisos con sus proveedores y su plantilla.
Los investigadores optaron por detenerle este viernes, junto a sus colaboradores, para evitar un perjuicio mayor de la trama, ya que el empresario tenía planificado comprar una empresa del sector turístico de Madrid. Los hechos, explica la policía autonómica, se remontan a principios de 2008, cuando el mediático empresario Josep Xicola compró Fincas Corral a su antiguo dueño, Calixto Corral, por un euro.
Entonces, el empresario anunció un plan de viabilidad para la franquicia, con inversiones cuantiosas, y unos planes de expansión que no llegaron a materializarse. La sociedad entró en una profunda crisis económica que en la actualidad acumula en diferentes juzgados cerca de 200 pleitos, entre reclamaciones por impagos y embargos.
Buscaba empresas con problemas
Según la investigación, después de hacerse con Fincas Corral, Xicola, junto a este grupo de presuntos colaboradores, se habría dedicada de forma sistemática a buscar empresas con problemas, actuando muchas veces en estas operaciones de compra como administrador de Fincas Corral.
Estas compraventas eran efectuadas a cambio de una comisión del 3% de la deuda que arrastraba la sociedad adquirida por Xicola. El empresario la compraba, pero poco después la abandonaba, dejando de cumplir con sus obligaciones con acreedores y con el pago de nóminas a los trabajadores. Las comisiones que cobraban oscilaban entre los 30.000 euros y los 80.000 euros.
Así, Xicola y su equipo diseñaron una dinámica delictiva bien estudiada, ya que para evitar hacer frente a los pagos de los acreedores que le reclamaban deudas, el grupo primero les entregaba pagarés y talones sin fondos y, ante su insistencia, optaban por vender rápido las sociedades que compraban a otra empresa que pertenecía al mismo grupo de sociedades controladas por el mismo grupo investigado.
De esta forma, conseguían desviar la atención de los acreedores hacia otra sociedad aparentemente desvinculada de la trama criminal.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 23 de Barcelona, también ha revelado que, aunque Xicola se declaraba insolvente, éste vivía en una lujosa torre situada en el litoral catalán y conducía un Mercedes descapotable de alta gama, un Ferrari y un todoterreno de lujo, todos a nombre de sus empresas.