Un grupo islamista toma el control de una de las principales bases piratas de Somalia
- Se trata de la ciudad de Harardhere, en el centro de Somalia
- Los piratas tienen secuestrados en la actualidad a más de 400 personas
- La miseria de Somalia hace atractiva la piratería como un modo de sobrevivir
El grupo islamista rebelde Hezb al Islam tomó hoy la ciudad somalí de Harardhere, en la provincia central de Mudug, que hasta ahora era una de las principales bases piratas del país, según medios locales.
"Los guerreros islamistas de la organización Hezb al Islam han tomado el control de la ciudad de Harardhere en el centro de Somalia, mientras los piratas abandonaban" la localidad, informa en su página web la emisora de radio Shabelle, que cita a testigos y oficiales del propio grupo rebelde.
De acuerdo con Shabelle, las fuerzas de Hezb al Islam, que afirmaron que mantendrán el control de la ciudad y van a imponer la ley islámica sharia, tomaron Harardhere con vehículos armados, pero "de forma pacífica, ya que los piratas se fueron sin oponer resistencia".
Las ciudades de Harardhere y Hobyo son dos de las principales bases para los piratas, que en los últimos años han ganado decenas de millones de dólares en rescates por barcos secuestrados.
Hasta el momento, las milicias islámicas opuestas al Gobierno no han estado involucradas en actos de piratería.
En la actualidad, los piratas mantienen secuestrados 24 barcos extranjeros con 401 personas a bordo, según cifras de la organización ecologista Ecoterra, dedicada a la vigilancia de las aguas del Índico y del golfo de Adén.
Somalia no ha contado con un Gobierno o un Estado efectivo desde 1991, cuando el dictador Siad Barré fue derrocado y se inició un conflicto por el control del país entre diferentes clanes, señores de la guerra y milicias islamistas.
Actualmente, Somalia vive un enfrentamiento permanente entre el Gobierno Federal de Transición, al que apoyan la ONU, EEUU y la Unión Europea, y diferentes milicias islamistas rebeldes, entre las que destacan Al Shabab y Hizbul Islam, que controlan gran parte del país y quieren imponer una versión estricta de la ley islámica sharia.
La situación de caos y miseria que vive Somalia, añadida a la posibilidad de conseguir grandes sumas de dinero, convierte la piratería en una opción atractiva para ex pescadores y jóvenes desempleados, alertan expertos de la ONU, autoridades marítimas y organizaciones humanitarias.