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Los etarras ensayaron en dos ocasiones el atentado contra la T-4

  • Estacionaron un vehículo en el párking dos meses antes del ataque
  • Un agente de la guardia civil ha declarado en la segunda sesión del  juicio

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Los tres presuntos etarras que perpetraron el atentado de la T-4 el 30 de diciembre de 2006 realizaron dos ensayos del mismo, en el último de los cuales, llevado a cabo en octubre, llegaron a dejar estacionado un vehículo de alquiler en el aparcamiento de la terminal del aeropuerto de Barajas.

Así lo ha manifestado el agente de la Guardia Civil que ejerció de instructor general de las diligencias abiertas a raíz del atentado en el que murieron dos ciudadanos ecuatorianos durante la segunda sesión del juicio que se celebra esta semana en la Audiencia Nacional a Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastián, que este lunes se negaron a declarar  y para los que el fiscal pide 900 años de prisión.

El guardia civil ha precisado que, tal y como declaró Sarasola tras su detención en enero de 2008, los tres participaron en un primer "reconocimiento del itinerario" en el vehículo de San Sebastián, después de que mantuvieran una reunión en septiembre de 2006 en el monte Auza, en el valle de Baztán (Navarra), con el ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", y Joseba Aranibar, "Basurde", quienes les propusieron cometer el atentado.

Reuniones con "Txeroki"

Las reuniones con Garikoitz  Aspiazu, alias "Txeroki", fueron varias. En la primera, que tuvo lugar en el verano de 2006 en el monte Azúa, próximo a la frontera que separa Navarra de Francia, "Txeroki" les dio indicaciones muy concretas sobre los preparativos, señalándoles incluso las carreteras secundarias que debían tomar para no ser detectados en su camino hacía el aeropuerto madrileño.

Era la primera vez que estos presuntos etarras, que formaban el denominado "comando Elurra", se responsabilizaban de la preparación integral y de la ejecución de un atentado.

En la segunda de las cita, que tuvo lugar en el mismo monte de Navarra, el jefe militar de la banda terrorista ordenó a Portu, San Sebastián y Sarasola que comprasen un teléfono móvil prepago para realizar las llamadas con las que iban a alertar de la colocación de la furgoneta-bomba en el aparcamiento de la terminal aeroportuaria.

"Txeroki"  llegó a señalarles también a quien debían llamar: a los Bomberos de Madrid, al diario "Gara" y a la organización vasca de ayuda en carretera DYA, aunque Portu, encargado de realizar las llamadas, pensó que "no se le había hecho caso", según el agente, y decidió saltarse el guión marcado por Aspiazu Rubina y telefonear también al organismo SOS DEIA.

El que Sarasola apareciese ataviado con una muleta, una máscara de pintor, una gorra y una peluca tras aparcar la furgoneta cargada de explosivos en el módulo D del aparcamiento de la T4 tampoco fue fruto de la casualidad o de la iniciativa de los presuntos autores materiales del atentado. Detrás de este disfraz también estuvo "Txeroki", según el investigador de la Guardia Civil

Las detenciones

Igor Portu y Mattin Sarasola se resistieron "violentamente" a ser detenidos por la Guardia Civil, según han indicado dos miembros de la Benemérita que participaron en su arresto. Además, han asegurado que la "violencia y resistencia" de Portu en el momento de su detención fue "muy grave", por lo que tuvieron que hacerle "un placaje".

Los dos guardias civiles han explicado en la Audiencia Nacional que "les llamó la atención" que dos personas, vestidas con ropa de montaña, bajaran del monte a las 11.00 horas en "un día festivo", por lo que les pidieron que se identificaran y que mostraran el contenido de las mochilas que llevaban en la espalda y, según los guardias, fue entonces cuando Portu y Sarasola iniciaron la huida a pie. Los dos presuntos terroristas fueron detenidos el 6 de enero de 2008 en Mondragón (Guipúzcoa).

Así lo han asegurado los agentes de la Benemérita en su declaración como testigos en la segunda jornada del juicio que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

Según ha declarado uno de los guardias, persiguió a Portu durante unos 25 metros y "le abrazó por el pecho, en forma de placaje", lo que provocó la caída de ambos sobre una acera "dura, de material rugoso". Seguidamente, otro guardia civil cayó sobre ellos, debido a que se "tropezó" con las piernas de Portu y del primer guardia que le había apresado.

Seguidamente, ha añadido, el detenido "se resistió dando codazos y golpes" con la finalidad de "quitarse de encima" a los dos miembros de la Benemérita, iniciando una resistencia "muy activa" que duró al rededor de "un minuto y medio".  A su vez, otros dos guardias civiles capturaron a Sarasola, quien también intentó huir, pero fue detenido pocos metros después de iniciar la carrera.

En octubre, dejaron un coche aparcado en la terminal

A este primer ensayo le siguió, el 21 de octubre, un segundo, en el que sólo participaron Portu y Sarasola y para el que alquilaron un vehículo en Irún (Guipúzcoa) a nombre del primero, que llegaron a estacionar en la T-4 de Barajas.

Desde allí, según el guardia civil, tomaron un taxi hasta la sede de Antena 3 Televisión en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes y otro de vuelta al aeropuerto para recoger el vehículo.

Este mismo itinerario, según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, lo repetiría Sarasola un día antes de los hechos, a las 18:51 horas del 29 de diciembre, cuando estacionó una furgoneta robada -a cuyo propietario habían secuestrado dos días antes- en el módulo D del aparcamiento de la T-4, lo que fue grabado por las cámaras de seguridad, tras lo que se fue en taxi hasta una zona cercana a las instalaciones de Antena 3.

Según el testigo, los tres acusados habían desempeñado una "responsabilidad menor" en ETA hasta el atentado de la T-4, el "primero en el que participaron en su integridad", desde el transporte de los materiales explosivos a su colocación y detonación.

Sarasola declaró "voluntariamente"

Posteriormente, la secretaria de las diligencias abiertas tras la detención de Sarasola, ha afirmado que el presunto etarra realizó sus declaraciones "voluntariamente" y en ellas admitió "desde el primer momento" que pertenecía a la banda terrorista.

También ha declarado este martes el abogado de oficio que asistió a Sarasola en sus declaraciones policiales, efectuadas tras su detención, y en las que encontró al acusado "bastante espontáneo, natural y sin dudas", aunque "cansado" y, cuando compareció en la Audiencia Nacional, estuvo "más reticente".

Sólo a preguntas suyas, ha concluido este testigo, Sarasola afirmó haber sido objeto de malos tratos.