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Varela alega que no tiene "interés personal" en la causa abierta contra Garzón

  • El magistrado no ve motivos para su recusación, que ha pedido Garzón
  • Niega que haya tratado de favorecer a las acusaciones

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El magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela, que instruye la querella contra el juez Baltasar Garzón por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo, asegura que no tiene "interés personal directo o indirecto alguno" en la causa y que no ve, por tanto, motivos para su recusación.

Así lo afirma el magistrado en el escrito de alegaciones a la recusación planteada por la defensa de Garzón, en el que recuerda que si le correspondió instruir la querella presentada por el sindicato ultraderechista Manos Limpias y por Falange Española de las JONS fue "de forma aleatoria y por turno preestablecido".

"Entiendo que las decisiones procesales cuestionadas por el querellado no pueden ser objetivamente vistas como muestra de inclinación de ánimo alguno ni a su favor ni en su contra", dice Varela, que añade que tampoco ha tratado de favorecer o perjudicar con su actuación a las acusaciones.

El magistrado concluye que ni admite ni comparte "la apreciación de la causa de recusación invocada" y agrega que, pese a que considera que podía haber rechazado ésta de plano, ha aceptado que se tramite y anuncia que se someterá "a cualquier otra conclusión a la que pueda llegar la resolución que se dicte sobre la recusación planteada".

"Nadie es buen juez en causa propia"

Varela -que comienza su escrito diciendo que "nadie es buen juez en causa propia", en clara alusión a Garzón- rechaza el argumento del abogado de éste de que al pedir a Manos Limpias y a Falange que subsanaran sus escritos de acusación se puso de parte de éstas.

"No me corresponde a mí establecer si condicionar el ejercicio de la acusación por Falange constituye un acto de ayuda. O si requerir la exclusión de contenidos de la formulada por la otra acusación puede considerarse una cooperación", señala el magistrado, que asegura que actuó así sólo para garantizar el derecho a la tutela judicial efectiva y el de defensa.

De hecho, Varela recuerda que terminó expulsando a Falange del procedimiento por no corregir su escrito en plazo y que sólo admitió el de Manos Limpias cuando esta parte suprimió del suyo "excesos inocuos para el contenido subsistente".

Por otra parte, Falange también se ha opuesto a la recusación planteada por Garzón en un escrito en el que asegura que no encuentra motivos para dudar de la "absoluta imparcialidad" de Varela y se pregunta cuál es el trato de favor recibido cuando sólo le dieron 24 horas para corregir su escrito de acusación, cuando la ley prevé un plazo superior.