El presidente de Honduras sólo acudirá a la Cumbre UE-Centroamérica
- Moratinos convencido de que habrá una gran participación
- La Cumbre con Estados Unidos tuvo que ser cancelada en febrero
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Parece que el futuro de la Cumbre América Latina y Caribe que se va a celebrar en Madrid empieza a aclararse. El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, sólo va a asistir a la reunión entre los 27 y Centroamérica, según ha dicho el canciller hondureño, Mario Canahuati.
De este modo, se despeja el camino para que Brasil, Ecuador, Venezuela y Bolivia, puedan viajar a Madrid, después de la negativa de estos a hacerlo al estar inivitado Lobo. Un presidente, el hondureño, al que no reconocen por haber sido elegido en unas elecciones tras el golpe de estado contra Manuel Zelaya.
Habrá que ver lo que sucede, mientras que el ministerio de Exteriores, trabaja contra reloj para intentar confirmar la lista de asistentes a la Cumbre. Una cita que contará con "una gran asistencia", según Miguel Ángel Moratinos.
No reconocen a Lobo
Sin embargo, los países miembros de UNASUR, la Unión de Naciones Suramericanas, sigue sin reconocer a Porfirio Lobo. Algo que anunciaba el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien no pudo aclarar si la decisión de no acudir a la Cumbre era en bloque, o bien de aquello que así lo decidan.
Eso sí, en la última reunión de UNASUR, celebrada el martes por la noche, acordaron contactar con el Gobierno de España para comunicarle su "preocupación" y "molestia" por la invitación a Lobo, "sabiendo que no ha sido reconocido por buena parte de los gobiernos de América del Sur".
Desde Honduras, el Ejecutivo de Lobo se defiende, y asegura que "al existir una invitación formal" se ha decidido "aceptarla" y que el Presidente estará "muy honrado" de acudir a la cita.
¿La vuelta de Zelaya?
Ante esta situación el Ejecutivo español está trabajando para intentar acelerar el regreso del ex presidente Manuel Zelaya a Honduras. España tiene la creencia de que un retorno inmediato antes de la Cumbre, podría interpretarse como un gesto de reconciliación nacional, y facilitar el viaje de todos los presidentes latinoamericanos a Madrid.
Si se confirman las ausencias el 17 de mayo, la que es la gran cita de la Presidencia española podría irse al traste.
Sería la segunda ocasión en la que sucede, después de que la cumbre con Estados Unidos tuviera que ser aplazada ante la negativa de Barack Obama a viajar a Madrid, para centrarse en asuntos de interés nacional.