Primer caso de eutanasia pasiva en Suecia tras suavizarse la normativa
- La fallacida es una mujer que lleva 6 años recluida en su casa
- Solicitó su derecho a decidir en una carta abierta
Una joven de 32 años se ha convertido en el primer caso de eutanasia pasiva registrado en Suecia después de que el gobierno reinterpretara la normativa que regía hasta ahora.
Esta mujer que sufría una parálisis total y enfermedad neurológica degenerativa congénita ha fallecido después de que la dirección del hospital de Danderyd (Estocolmo) autorizara apagar el respirador al que estaba conectada y que la mantenía con vida.
La muerte de esta joven, que fue narcotizada para evitar que sintiera sensación de asfixia, se produjo este miércoles por la tarde, según ha informado la emisora pública "Radio de Suecia".
Esta mujer, que llevava 6 años conectada a un respirador, ya había reclamado hace dos meses en una carta abierta a las autoridades su derecho a morir. Pedía ser ella la que decidiera i si quería seguir o no el tratamiento para continuar con vida y había exigido una respuesta antes del verano.
La Dirección Nacional de Salud y Bienestar se pronunció a finales del mes de pasado de forma favorable a la petición de la joven.
Señalaba que "cualquier paciente capaz de tomar decisiones y mentalmente sano puede interrumpir, si así lo desea, un tratamiento que únicamente lo mantiene con vida".
En estos casos, los médicos están obligados a respetar la determinación del paciente, siempre que éste sea competente para decidir y esté bien informado de las consecuencias de su elección.
La eutanasia activa está prohibida en Suecia, pero sus límites han provocado un debate en los últimos meses a raíz del caso de una médica del hospital infantil Astrid Lindgren, acusada de asesinato de un bebé prematuro al que suministró altas dosis de morfina cuando su estado era terminal.