Cameron ofrece a Clegg un acuerdo "global" de Gobierno con Brown a la expectativa
- El ganador de las elecciones pide un gobierno fuerte de "interés nacional"
- Brown, dispuesto a pactar con los liberales si las conversaciones fracasan
- Clegg dice que es a Cameron quien le corresponde formar Gobierno
El lider del Partido Conservador, David Cameron, ha ofrecido a los liberal-demócratas de Nick Clegg un "acuerdo global" para formar un "gobierno fuerte" para proteger el "interés nacional" tras ganar las elecciones generales este jueves pero no lograr la mayoría absoluta.
"Quiero hacer un llamamiento a los liberal-demócratas para llegar a un pacto de gobierno para reformar nuestro sistema político", ha declarado Cameron de forma solemne en un comunicado leído en la sede de su partido sin aceptar preguntas.
El líder conservador ha reconocido que hay áreas en las que no está de acuerdo con los liberales "tal y como ha quedado de manifiesto en los debates electorales" pero ha subrayado que hay un territorio común en el que pueden trabajar.
"El Partido Conservador ha sido siempre el partido que pone el interés nacional primero", ha recalcado.
No se cierra a la reforma electoral
Entre los temas que ha destacado está la reforma del sistema electoral, el punto clave para llegar a un acuerdo con los liberal-demócratas, que quieren conseguir un sistema más proporcional, algo a lo que hasta ahora se habían negado los tories.
Entre las áreas en las que pueden estar de acuerdo Cameron ha destacado la educación, la reducción de impuestos a los que menos tienen y la supresión de la iniciativa laborista de la obligatoriedad de tarjetas de tener DNI.
Es más, el líder conservador ha ido un paso insospechado al no descartar incluso una "coalición" entre ambos partidos.
Eso sí, le ha advertido que su prioridad de Gobierno será la lucha contra el déficit, porque "hay que coger el toro por los cuernos y tomar las medidas necesarias".
En todo caso, quiere que el acuerdo se haga "rápidamente", algo en lo que tiene que ver el hecho de que el discurso de la Reina, donde se trazan las prioridades políticas para el año, es el próximo 25 de mayo, fecha en la que la monarca tendría que haber propuesto ya a alguien para formar gobierno.
Clegg le tiende la mano
Respondía Cameron a las palabras del líder liberal-demócrata, Nick Clegg, que expresaba su apoyo a la idea de que el partido con más votos y diputados tenga la primera oportunidad para formar gobierno, en lo que suponía un espaldarazo a las aspiraciones del líder conservador.
"Dije (durante la campaña electoral) que el partido que lograra el mayor número de votos y escaños, aunque no tenga la mayoría absoluta, es el primero en tener el derecho de intentar formar el Gobierno, en minoría o acercándose a otros partidos, y sigo pensando lo mismo", ha declarado Clegg frente a la sede de su partido en Londres.
"Esta mañana, parece que es el Partido Conservador el que tiene más votos y más escaños, pero no una mayoría absoluta, y por eso pienso que ahora le corresponde al Partido Conservador demostrar que es capaz de intentar formar un Gobierno pensando en el interés nacional", ha añadido el líder liberaldemócrata.
El factor clave, la reforma electoral
La principal prioridad para el líder liberal-demócrata, tal y como ha reiterado en su intervención a las puerta de la sede de su partido, es la reforma del sistema electoral para que sea más proporcional y no siga perjudicando a su partido, algo que rechazan los conservadores.
"He dejado muy claro que nuestro sistema electoral es erróneo y no refleja las esperanzas y ambiciones del pueblo británico", ha recalcado Clegg, que no ha aclarado si este tema es un obstáculo insalvable para el pacto con los tories o al menos para dejar que gobiernen en minoría.
Sin embargo, la propuesta de Cameron puede que no vaya todo lo lejos que quieren los liberal-demócratas: se trataría de una comisión formada por todos los partidos para estudiar las propuestas concretas, algo que ya hizo Tony Blair en su momento y que nunca llegó a ninguna conclusión por falta de compromiso político.
Es por ahí por donde le ha querido seducir el primer ministro británico, Gordon Brown, que le ha ofrecido pactar esa reforma y convocar una consulta popular si decide hablar con él en la circunstancia de que fracasen las conversaciones entre él y Cameron.
Brown hace su oferta
En una declaración leída en Downing Street, Brown ha querido ganar la iniciativa política al convocar a los medios una hora antes de la comunicación anunciada por Cameron para apostar por un gobierno "fuerte" y "estable".
"Comprendo y respeto la posición de Nick Clegg de contactar primero con los conservadores. Cameron y Clegg pueden tomarse el tiempo que crean necesario", ha asegurado Brown, que ha querido aclarar que su comparecencia era "como primer ministro que tiene el deber de formar Gobierno, no como líder laborista".
La Constitución británica reserva al primer ministro saliente la capacidad de formar gobierno en el caso de que ningún partido tenga mayoría en el Gobierno.
De hecho, Brown ha añadido a continuación, poniendo en evidencia que no quiere irse: "Si esas conversaciones no prosperan yo abriré negociaciones con el señor Clegg".
Entre los temas que discutiría con el líder liberal ha destacado la "reforma política", en la que estaría incluida la reforma electoral para incluir un sistema proporcional que quieren los liberales.
"La gente debería tener el derecho de decir qué nuevo sistema quiere", ha añadido.
Problemas del parlamento 'colgado'
Poco antes, el primer ministro había emitido un comunicado en el que anunciaba que se aseguraría de que el país tuviese un gobierno "fuerte y estable" tras la incertidumbre creada por el resultado electoral.
Brown ha detallado que ha pedido al secretario del consejo de Ministros, el funcionario de más alto rango del país, para que busque el apoyo de todos los partidos para que comiencen las conversaciones para formar gobierno.
Destacados dirigentes laboristas, como el ministro de Industria, Peter Mandelson, habían subrayado que era al primer ministro Brown al que le correspondía formar gobierno en el escenario de un parlamento 'colgado' según la Constitución.
Sin embargo, Clegg, que ha tenido un resultado decepcionante, ha mostrado coherencia con sus palabras durante la campaña, aunque el hecho de que dé la prioridad a los conservadores no significa que les vaya a apoyar en los Comunes.
Los analistas coinciden en que, más allá de las palabras de Cameron, las diferencias programáticas en temas como Defensa, las relaciones con la Unión Europea o la propia reforma electoral son enormes.
Además -y no menos importante- la posibles proximidad entre Cameron y Clegg contrasta con la absoluta animadversión mutua entre los militantes y cargos de ambos partidos. De hecho, en algunas áreas políticas los liberal-demócratas están más a la izquierda que los laboristas.
Cameron ha reconocido que también puede explorar la opción de un gobierno en minoría con el apoyo de pequeños partidos como el unionista del Ulster, pero sus ocho escaños parecen insuficientes para conseguir la ansiada mayoría de 326 escaños.
Sin embargo, los últimos datos del recuento dejan muy en el aire esa posibilidad: los conservadores tienen ahora 302 escaños y no lograrían más de 308 según la proyección de la BBC, mientras que los laboristas poseen 256 representantes y los liberal-democratas, 56.
Así las cosas, la suma de laboristas y liberales supera ya en cualquier caso a los conservadores y según la estimación de la cadena pública estaría en torno a los 317 diputados frente a los 316 de conservadores y unionistas del Ulster.