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Europa cumple 60 años en plena reinvención económica

  • Los 27 deben asumir los retos del cambio climático y la demografía
  • Van Rompuy y Ashton buscan la manera de afianzarse en sus cargos

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Celebración del día de Europa en 2007.
Celebración del día de Europa en 2007.

¿Cuál es el origen del Día de Europa?

Radica en el 9 de mayo de 1950. Ese día el que fuera ministro francés de Exteriores, Robert Schuman, leyó una declaración escrita por Jean Monette, en la que llamaba a crear una "Alta Autoridad cuyas decisiones vinculen a Francia, Alemania y todos los Estados que se adhieran a ella". Esa organización "establecerá los cimientos concretos de una federación europea indispensable" para mantener la paz.

El objetivo de la propuesta era evitar que pudiera dar comienzo la tercera Guerra Mundial. Para ello esa institución europea sería la encargada de administrar el carbón y el acero, base de la industria militar de la época.

Desde entonces la Unión Europea ha ido creciendo, cambiando su forma política, económica e incluso de nomenclatura, para llegar a lo que es hoy. Un conjunto de pueblos conscientes de pertenecer a una mista entidad y de tener culturas análogas o complementarias.

9 de mayo. Día en el que la Unión Europea cumple 60 años. Una celebración muy especial porque entra en los años dorados en un momento crítico para la estabilidad del proyecto impulsado por Robert Schuman.

Un aniversario que, además, coincide con la fecha en la que se va a crear un mecanismo de estabilización financiera que proteja a la moneda única de los ataques especulativos, garantizando así la estabilidad de la unión monetaria.

Evitar el fantasma griego

En ese punto están situadas todas las miradas en este día, que una vez se conozcan los detalles se trasladarán a la apertura de las bolsas europeas este lunes. Un interés que radica en la `semana negra' vivida en los parqués europeos con una caída media del 10% debilitando todavía más las maltrechas economías de los 27.

Sobre todo las de España, Portugal y Grecia. Un país, este último, que conmemora esta celebración con la llegada del plan de austeridad para cuadrar sus cuentas y evitar la quiebra. Con los sindicatos en la calle en señal de protesta por unas medidas que van a acogotar al ciudadano medio, y que han dejado ya tres muertos en los disturbios.

Panorama sombrío el que se dibuja en el `viejo Continente', en especial tras leer las conclusiones del Grupo de Reflexión que se han hecho públicas este sábado. En ellas se habla de "un panorama que no es tranquilizador" para la Unión Europea que tiene que hacer frente a multitud de desafíos.

Los nuevos retos

Cambio climático, inmigración, descenso demográfico, pérdida de competitividad, falta de inversión en Investigación y Desarrollo, entre otras. Un conjunto de problemas a los que hay que hacer frente mientras se produce esa `reinvención' económica.

La Comisión Europea, como si de una barita mágica se tratara, ondea para ello la bandera de la estrategia `Europa 2020'. Un conjunto de acciones que se deben tomar de forma urgente, y que pretenden generar un crecimiento "sostenible, inteligente e integrador" en la próxima década.

Reclama su aprobación urgente. De hecho, está previsto que se aborde en el Consejo del próximo mes de junio, en el que se debería dar el visto bueno a la medida. Sin embargo, de momento, se antoja complicado un acuerdo en la materia, ya que faltan multitud de aspectos por pulir.

Un trabajo que responde a la Presidencia española, que trabaja a destajo para sumar a la `cartera de logros' del semestre el haber sacado adelante la estrategia de una Europa del siglo XXI.

Con una sola voz

Ahora el tiempo dirá si lo consigue o no. Pero no debe olvidarse el que para conseguir este objetivo, los 27 deben recuperar el terreno perdido en el ámbito internacional. Una disminución de influencia que ha quedado patente en las grandes reuniones internacionales. G20, G7, Cumbre de Copenhague contra el clima. Y un largo etcétera.

Para ello los líderes de los 27 deben afanarse en lograr hablar con una sola voz en materia de política exterior. Algo para lo que ya tienen una guía. Catherine Ashton. La baronesa que -más cuestionada que valorada- prepara la creación de un Servicio de Acción Exterior. Vamos, de un cuerpo diplomático europeo.

Con él llega la vieja aspiración de ser una potencia influyente que sólo tenga una opinión en los ámbitos internacionales. Sin embargo, su trabajo se está viendo dificultado por las tradicionales guerras internas por el poder de los Estados de la Unión Europea.

Los más grandes quieren mantener su poder, y los más pequeños quieren tener más. Un enfrentamiento en la sombra que todo el mundo conoce, y nadie dice en público, que está agotando la paciencia de la baronesa Ashton. De hecho, en algunos mentideros públicos se habla ya de una posible dimisión en los próximos meses, algo que niegan desde su gabinete.

Van Rompuy, en la sombra

Todos a una con la baronesa. Pero también con el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy. Un belga elegido por los Jefes de Estado y de Gobierno de los 27 que, por ahora, ha pasado casi desapercibido para la opinión pública. Y eso que su trabajo debería haberle llevado a tener una presencia más amplia ante la opinión pública.

Sin embargo él prefiere trabajar en la sombra. Ser un mero "facilitador" entre Estados para que sean ellos quienes vayan decidiendo el futuro por el que debe ir la Unión Europea. Eso sí, sin permitir que nadie le quite el protagonismo que merece en las reuniones del Consejo.

De él han partido las iniciativas de reunir a los líderes en distintas ocasiones para hablar de la crisis económica o de la gobernanza europea que debe regir a partir de ahora a los 27.

Ardua tarea que ahora compagina con una crisis interna en su propio país. La dimisión del gobierno Leterme, que amenaza con poner en riesgo la presidencia belga que dará el relevo a la española.

Un proyecto de futuro

Por eso, Van Rompuy, trabaja "en la sombra" para encontrar una solución -que para eso fue Primer Ministro- e intentar que la Unión Europea no entre en una nueva catársis institucional cuando Bélgica asuma el timón.

Eso es lo peor que podría pasar a una Europa que lleva 60 años reinventándose pero que, sin embargo, ha dado el mayor período de paz en la historia del Continente. No sólo eso, si no que también ha creado el mayor espacio de libertad, seguridad y Derechos de los ciudadanos.

Un proyecto de futuro que arrancaba hace 60 años y que ahora debe continuar. Aunque para ello necesite agilizar la maquinaria de la toma de decisiones.