Las ayudas a la dependencia sólo se cobrarán con retroactividad si tardan más de seis meses
- La ley establecía su efecto retroactivo desde el día en el que se solicitaba
- A partir de ahora, los seis primeros meses de espera se perderán
- La medida sólo afectará a las nuevas solicitudes que se produzcan
- Las ayudas tardan en aprobarse, en algunas comunidades, más de un año
- Más de 250.000 dependientes están a la espera de recibir las prestaciones
Los recortes para reducir el déficit público llegan también a una de las leyes estrella de la primera legislatura de Zapatero: la Ley de Dependencia. El presidente del Gobierno ha anunciado este miércoles en el Congreso que, además de bajar un 5% los sueldo de los funcionarios y eliminar el cheque bebé, se suprimirá la retroactividad del pago de las prestaciones para ayudar a las personas que no pueden valerse por sí mismas.
A partir de ahora, la prestación se cobrará desde el momento en el que sea aprobada y no desde el día en el que se presentó la solicitud, como recogía la ley. Este recorte sólo se aplicará a los nuevos solicitantes. A los que ya tenían pedidas las ayudas no les afectará, cobrarán la retroactividad aunque no de golpe. Las autonomías tendrán un plazo de hasta cinco años para abonarles estas cantidades.
Solo si el tiempo de resolución de la prestación supera los seis meses (el plazo máximo para resolver todos los trámites que fijó el Gobierno y las comunidades autónomas el pasado mes de enero) se aplicará la retroactividad desde ese momento.
Es decir, si una persona pidiera el 13 de mayo, las ayudas a la dependencia y no se las concedieran hasta enero de 2011, nueve meses después, las cobraría con efecto retroactivo desde el 13 de noviembre, la fecha en la que se cumpliría el medio año desde que presentó la solicitud.
En la práctica, esta medida anunciada por Zapatero supondrá en la mayoría de los casos perder de forma automática medio año de prestaciones.
Más de un año de espera
El trámite completo para recibir las prestaciones que prevé la Ley de Dependencia puede prolongarse durante un año o más, dependiendo de cada comunidad autónoma, según el informe que elaboraron el pasado mes de septiembre un grupo de expertos para evaluar el desarrollo y efectiva aplicación de esta norma que entró en vigor el 1 de enero de 2007. El plazo puede ir desde los 3 a los 12 meses. [Consulta el informe]
En ese documento, se apuntaba que "ello, relacionado con el perfil de elevada edad y alta fragilidad de muchas personas solicitantes, ocasiona a menudo la no materialización de este derecho a causa de la muerte acaecida a lo largo de este tiempo".
250.000 dependientes en el "limbo"
En España hay 553.716 personas que reciben alguna de las prestaciones contenidas en la ley, según los datos a 3 de mayo del Ministerio de Sanidad y Política Social.
Al margen, hay otras 252.822 que tienen reconocida su derecho a percibir la prestación pero que aún están a la espera de que sus respectivas comunidades autónomas les apruebe su Plan Individual de Atención (PIA) o lo que es lo mismo las ayudas concretas que recibirán. Son personas que están en el "limbo" como recogía el pasado mes de diciembre el IV Dictamen del Observatorio Estatal para la Dependencia.
Y es que la Ley de Dependencia tiene dos fases: una primera en la que se evalúa al solicitante para saber cuál es su grado de dependencia y si le corresponde o no recibir algún tipo de ayuda; y un segundo momento en el que se decide exáctamente que prestación se le dará.
La primera de valoración es rápida. El atasco se produce después. Hasta ahora las personas que esperaban sabían que acabarían recuperando el pago de las prestaciones, si no fallecían antes. Ahora, los seis primeros meses de espera los pueden dar por perdidos.