Exilio: Esperanzas truncadas
- Informe Semanal nos acerca las historias y recuerdos de los exiliados españoles
- Más de 500.000 personas se vieron obligadas a abandonar el país
- Guión del reportaje disponible on line (formato PDF)
Hablar del exilio es hablar en realidad de muchos exilios. El exilio de los intelectuales, de los juristas, de los políticos, el gobierno del exilio, los niños de la guerra, los barcos de la libertad, los deportados de Mathaussen, los republicanos que ayudaron a liberar Europa... Demasiada información, demasiados datos y demasiada historia para embutirla en tan sólo quince minutos.
Por eso decidimos que debían ser las voces de los protagonistas quienes nos ayudaran a entender cómo vivieron esa diáspora, cómo lograron salir del país, cuáles fueron sus dificultades y cómo vivieron esos años de espera interminable. Siempre tuvieron las maletas preparadas con la esperanza de volver. Nos lo contaron tanto Juan Montiel como José Martínez Cobo, el comandante Robert, Francisco Folch, Carmen Tagueña y el resto de nuestros entrevistados.
Gentes que tuvieron que reinventar su vida en Toulouse, México, Nueva York o Checoslovaquia. Fue Ludivina García Arias, presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio quien nos facilitó muchos de los contactos de esos protagonistas.
A algunos de ellos los entrevistamos en Toulouse, una ciudad donde quedan muchos rastros de ese exilio republicano. A otros como a Laura García Lorca, la hija de Francisco García Lorca, hermano del poeta y uno de los diplomáticos leales de la república, los citamos en Madrid. Fue una entrevista cargada de emoción porque a Laura le cuesta todavía recordar esos años del exilio en Nueva York.
La memoria del exilio
No hemos querido hacer un relato pormenorizado de lo que pasó. Ni siquiera hemos hablado de los grandes nombres de ese exilio, Negrín, Azaña, Machado, Largo Caballero, etc. A esos los conocemos y nosotros, lo que queríamos era escuchar a los protagonistas anónimos, los que llegaron sin nada, sin contactos, con miedo. Nunca deshicieron las maletas esperando volver pronto. Pero el tiempo pasó, muchos de sus amigos han muerto y ellos mismos saben que terminarán muriendo en el exilio.
Así lo cuenta José Martínez Cobo, que salió con su familia de Barcelona con destino a Francia en 1939: "Para mi el exilio está terminado. Soy un residente ausente y sé que moriré en el exilio". En Francia se afilió a las organizaciones socialistas en el exilio y ejerció desde entonces farios cargos representativos de las JJSS Participó de una manera activa en el proceso de renovación del partido y el sindicato
José Antonio Alonso, el "Comandante Robert"
Jefe del Estado Mayor de la Tercera Brigada de republicanos españoles en Francia, con apenas 17 años empezó a luchar contra Franco. Tuvo que huir de España y al llegar a la frontera le condujeron a los campos de concentración franceses . El comienzo de la segunda guerra Mundial le llevó a combatir contra Hitler y acabó en uno de los campos de trabajos forzados alemanes. Consiguió escapar y entró a formar parte de la Resistencia. Con sólo 24 años le nombran Jefe de Estado mayor de la tercera brigada de guerrilleros españoles que liberó entre otras la ciudad de Foix.
Laura García Lorca
Para la sobrina del poeta, "El exilio apaga, silencia... No es exactamente la vida". Su padre Francisco fue uno de los diplomáticos fieles a la República, lealtad que pagó con la depuración y el exilio. Terminó como catedrático de literatura en Nueva York. Laura todavía se emociona haciendo memoria de las voces y los silencios del exilio de sus padres.