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Una exposición reconstruye, a tamaño natural, los tesoros y la tumba de Tutankhamon

  • Entre las réplicas más llamativas figuran el sarcófago y la máscara funeraria
  • Pero además se ha recreado el entorno en el que se encontarron las piezas

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Llega a Madrid "Tutankhamon, la tumba y sus tesoros"

Madrid acoge en la Casa de Campo una exposición que reproduce a tamaño natural el descubrimiento de la tumba del faraón más popular de Egipto, Tutankhamon, en una muestra que cambia el concepto de exhibición de piezas únicas al replicar no solo éstas, sino también el entorno en el que fueron halladas.

Según ha explicado el comisario de la exposición, el alemán Christoph Sholz, Egipto ha movido el interés del público desde que en 1964 los tesoros empezaron a circular por los museos del mundo, pero ante la imposibilidad de sacar las piezas de su entorno, se ha decidido dar un salto: Si las exposiciones tradicionales muestran los tesoros en vitrinas, donde el objeto es el centro de atención, aquí lo que se pretende es proporcionar una experiencia al visitante, apunta la egiptóloga Esther Pons, y que "se pueda hacer perfectamente idea de cómo el arqueólogo Howard Carter encontró la tumba".

Una enorme caja dorada del tamaño de una habitación pequeña, en realidad, el primer "envase" del sarcófago del faraón, da la bienvenida a los visitantes y les prepara para lo que van a ver a continuación: una tras otra, se exhiben a tamaño natural las tres "cajas" -denominadas "capillas"- donde, como muñecas rusas, se contenía la momia.

La réplica del famoso sarcófago de oro

Entre las réplicas más llamativas figuran el sarcófago de oro (cuyo original se encuentra en el Museo Británico de Londres), la máscara funeraria (la imagen más popular de Tutankhamon), el trono del faraón o el carro que usaba para desplazarse, hecho totalmente de oro (que está en el museo de El Cairo, junto a la mayoría de las 6.000 piezas del tesoro).

Pero también hay sorpresas, como la radiografía que muestra un trozo de madera incrustado en el cráneo del faraón, o las pruebas de que tuvo malaria, o de que Nefertiti no era su madre, sino su madrastra y, posteriormente, su suegra, con explicaciones en inglés y castellano.

"Esta exposición sólo puede verse como un conjunto", considera Sholz, quien valora la experiencia de ver, 88 años después de su descubrimiento y gracias a la reconstrucción de la cámara funeraria, las condiciones originales en que fue encontrada la tumba.

"Se pretende que llegue a todo tipo de público y que se conozca un poco más al que, con los años, se ha convertido en el símbolo de Egipto, a pesar de haber reinado muy pocos años", resume Pons.

Una reconstrucción con "muchísima fidelidad"

Pero recrear el contexto es más que un modo atractivo y didáctico de mostrar piezas únicas: es, posiblemente, el futuro de ciertas exposiciones, en opinión de la egiptóloga.

"Una vez que se hace una excavación es imposible recuperar ese entorno, salvo que lo recrees. Afortunadamente, hoy en día contamos con los ordenadores y hay técnicas muy precisas que, con las personas adecuadas, permiten reproducciones de muchísima fidelidad".

Con esa idea, los promotores alemanes Semmel Concerts (más conocida como organizadora de megaconciertos musicales, entre ellos, Rolling Stones o Metallica) y los portugueses Artstation (encargada de eventos en la Expo'98 de Lisboa), decidieron cargar 17 trailers con más de mil piezas del tesoro del faraón, y recorrer Europa.

Empezó la exposición en 2008 en Zurich y Brno y a partir de 2009 se duplicó y ahora recorre simultáneamente varias ciudades europeas, en estos momentos, Madrid y Hamburgo.

Según ha informado Scholz, más de 1,4 millones de personas han visto la exposición y se espera que otras 37.000 lo hagan en los cinco meses que estará en el Pabellón Doce de la Casa de Campo de Madrid.