El artista total Amalric y el incombustible Oliveira

• Frescura cabaretera de Tournée, del talentoso Mathieu Amalric
• Manuel de Oliveira se ríe de la muerte a sus 101 años

Damos carpetazo a un jueves maratoniano capitalizado por la frescura de Mathieu Amalric y sus girls. Una película que ha llenado el Festival de colores de burdel.

Tournée puede gustar más o menos, pero refleja el concepto del espectáculo que tiene este hombre de ojos saltones que para mí es uno de los actores con mas talento que tenemos en Europa. Por algo lo pilló Spielberg para Munich.

La inquietud sin límites de este artista, gran admirador de nuestro cine -me hablaba de Almodóvar y Marc Recha en entrevista reciente-, le ha llevado al intento de dirigir.

Me contaba Fernando Guillén Cuervo, que coincidió con él en el que por el momento sigue siendo el ultimo Bond, que en la maleta llevaba más libros que camisetas.

Este jueves decía con humor que aprendan los de la Comedie Française de la espontaneidad de estas actrices que nos han traido ecos de Fellini hasta Cannes y que han llenado el ambiente de un descaro, el del cabaret, que al cine le sienta bien de vez en cuando.

Oliveira se ríe de la muerte

La cara B del disco, que en este caso no quiere decir peor o inferior, ha sido la presencia de Manuel de Oliveira, otro espectaculo sin duda verle tan ágil. Si casi no le falla la memoria...

¿Hasta dónde llegará este increible ser humano que desafia las leyes de la ciencia? A sus 101 años se habrá quedado sin siesta porque se encontraba tan a gusto conversando con la prensa y nosotros, como Pilar López de Ayala, saboreando como un polo de nata en verano cada lección que nos da el maestro.

La mas seria, su mujer, que no puede seguirle el ritmo porque está como un chaval y no para de maquinar. Y se permite el lujo de reírse de la muerte en esta joya de tocador que es El extraño caso de Angelica. La vida es una fiesta con gente como él. Para quitarse el sombrero.