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Más de 10.000 millones de euros para evitar que la crisis griega se extienda a Europa del Este

  • El Banco Europeo para Reconstrucción y Desarrollo amplía un 50% sus fondos
  • Los 61 países donantes acuerdan aumentar su aportación
  • El objetivo es invertir cerca de 9.000 millones de euros cada año hasta 2015

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Thomas Mirow, presidente del BERD, junto a la ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde, al comienzo de la XIX Asamblea General de esa institución.
Thomas Mirow, presidente del BERD, junto a la ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde, al comienzo de la XIX Asamblea General de esa institución.

El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) ha aprobado una ampliación de su capital en más de 10.000 millones de euros -lo que supone un incremento del 50% y sitúa sus fondos globales en 30.000 millones de euros-, para dotar a esa entidad con los fondos necesarios para ayudar a una debilitada Europa del Este, sobre la que se cierne un gran riesgo de contagio de la crisis griega.

Los 60 Estados que participan en ese organismo europeo han acordado esa  ampliación de recursos en la reunión anual de su asamblea general,  celebrada en esta ocasión en la capital croata, Zagreb.

"La crisis de Grecia potencialmente puede anular los esfuerzos de la  recuperación, en particular, si los bancos griegos y sus filiales  regionales se ven afectados por las incertidumbres de los mercados, a  pesar de su buena salud intrínseca", ha insistido el presidente del BERD, Thomas Mirow, al final de una  reunión previa a esa asamblea, en la que han participado los jefes de  gobierno de los países balcánicos.

9.000 millones de inversión anual

"Hemos aprobado un aumento de capital de 10.000 millones de euros, lo que va a incrementar significativamente los recursos del banco", ha explicado la ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde, que preside este año el consejo de gobernadores del BERD.

Esta ampliación de capital es la medida principal del programa que analiza hasta el sábado la asamblea general, que reúne a los participantes en la institución financiera de desarrollo, es decir, 61 países, más la Unión Europea y su brazo financiero, el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

La subida del 50% de los fondos propios del BERD -el banco que apoya a las economías del antiguo bloque soviético- debería permitirle invertir entre 8.500 y 9.0000 millones de euros al año entre 2011 y 2015.

El presidente de la institución, Thomas Mirow, ha agradecido este apoyo de sus miembros, la mayoría de los cuales registran en estos momentos problemas de déficit público y están sujetos a planes de recorte de gasto. "Es muy buena decisión que los países donantes sigan dando pruebas de solidaridad hacia los países emergentes en estos tiempo difíciles", ha agradecido Mirow.

Mirow ha defendido este aumento de fondos al principio de la reunión de la asamblea, subrayando que era necesaria "para evitar una reducción prematura de la capacidad del banco para apoyar la recuperación" en Europa del Este.

Christine Lagarde también ha apoyado esta medida al juzgar que el BERD -algunos de cuyos miembros habían puesto en duda su utilidad antes de la crisis- cumple "bien" su papel. "Muy claramente, la institución va a disponer de los medios necesarios para hacer frente a los retos del futuro, porque las nubes no se han alejado", ha advertido la ministra francesa.

Crisis sobre crisis

Con esta ampliación, el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo quiere multiplicar sus acciones para desarrollar las infraestructuras, consolidar los sistemas financieros todavía precarios, luchar contra el calentamiento global y "apoyar y promover el empresariado, que es el principal motor del crecimiento", según ha destacado el primer ministro croata, Jadranka Kosor.

El banco pretende así combatir la amenaza de que la crisis que sacude a Grecia y a la Zona euro se contagie a los países del Este de Europa, que todavía tratan de salir de su propia crisis económica tras el final de la Guerra Fría.

El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo se creó en 1991 para fomentar la transición de los Estados de Europa Central y Oriental hacia economías de mercado, y promocionar a la iniciativa privada y empresarial en esos países.