Allen se ahoga en la Costa Azul
- El director neoyorquino ha presentado en Cannes su última película
- You will meet a tall dark stranger no ha convencido a la crítica
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Repetitivo, sin frescura, con borrachera de nombres en un reparto popular y comercial que no son capaces de levantar una historia que sobrevuela por sus películas más conocidas de los últimos años.
You will meet a tall dark stranger, dirigida por Woody Allen y producida por media España, digo por Mediapro, acaba de ser presentada en el Gran Teatro Lumière de Cannes con toda la expectación que siempre despierta el director neoyorkino en este festival y en esta ciudad.
Protagonizada por lo más brillante del firmamento, Anthony Hopkins, Naomi Watts, Antonio Banderas y Josh Brolin y aunque aplaudido por un público entusiasmado por verse en Cannes, lo realmente cierto es que este grandísimo autor también tiene derecho a hacer un cine de encargo, cuidar de su familia y mantener las fiestas con sus parientes judios, que lógicamente suelen costar una pasta.
La película que Allen hizo en Barcelona permitía una cierta frescura y la espontaneidad de Penélope bien pudo valernos decir aquello de una comedia ligera, fresca y que abrió sonrisas en este mismo lugar. Después vendría de nuevo una brillante y ácida comedia y ahora turno para el descenso a los infiernos.
"El genio de Manhattan tiene la pólvora gastada"
Es lógico, Woody Allen y su prolífica productividad no pueden garantizar que el talento llame a su puerta varias veces seguidas y ahora tocaba pillar oxigeno, respirar y esperar a la siguiente.
Y es que ni siquiera importa de qué va esta historia, pero bueno, de un abuelo que se separa de su esposa y se empareja con una mujer sexi descerebrada, de una marchante de arte que quizá le gustaría irse a la cama con su jefe, de un esposo morboso que vigila la ventana de su vecina... material en estado puro de Woody Allen que sin la acidez y con los mismo estereotipos de siempre se hace insufrible, discurso ya cansado y, por supuesto, agotado.
Claro que Naomi es espectacular en la gran pantalla y que Antonio Banderas es una mega estrella pero este cine, esta película, es una formula ya diez mil veces vista y vemos al genio de Manhattan con la pólvora gastada pero no pasa nada, para la próxima, Cannes y la afición, la buena afición, sabrá esperar a la siguiente.
Pero, de todas, formas Woody Allen debería pensar un poquillo (digo yo, así y aquí que apenas nadie no ve) que si aparte de dinero ésto qué diablos le aporta: las hace en zapatillas y de memoria, comienza a abrir fracturas entre los más entregados de la afición y, desde luego, para su cinematografía, búsqueda o veta, desde luego nada de nada.