EE.UU. presiona a BP para que se haga cargo de todo el costo del vertido de crudo

• El gobierno ha presionado a BP mediante una carta dirigida a su consejero
• "BP es responsable de la limpieza y de las pérdidas económicas", dice la carta

El gobierno de EE.UU. ha presionado a British Petroleum, en una carta dirigida a su consejero delegado, Tony Hayward, para que asuma el costo económico del vertido de crudo en el Golfo de México y no reclame compensación de fondos públicos.

"Al ser una de las partes responsables de este incidente, BP es responsable ante el público estadounidense de la limpieza completa de este vertido y de todas las pérdidas económicas", dice la carta, que está firmada por el secretario del Interior, Ken Salazar, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano.

La misiva, distribuida por la Casa Blanca, afirma que en vista de los comentarios hechos por sus ejecutivos, el gobierno de EE.UU. entiende que "BP no pedirá reembolsos de los contribuyentes estadounidenses, del gobierno de EE.UU. o del Fondo Fiduciario de Obligaciones por Vertidos de Petróleo".

Salazar y Napolitano piden a Hayward que si eso no es así, BP explique públicamente y de manera inmediata "sus verdaderas intenciones".

La compañía pagará por los daños ocasionados

Diversos directivos de BP, incluido el propio Hayward, han dicho que la compañía pagará por la limpieza y los daños ocasionados por el vertido, incluso si los costos superan el límite de 75 millones de dólares establecido por la Ley de Contaminación Petrolera.

"En base a esas declaraciones, entendemos que BP no apelará al límite legal potencial de los 75 millones de dólares para negarse a dar compensación a cualquier individuo o entidad perjudicada", afirman los dos secretarios de EE.UU. en la carta.

Cientos de miles de litros de petróleo están saliendo al Golfo de México cada día desde el 20 de abril, cuando una explosión destruyó la plataforma petrolera Deepwater Horizon, propiedad de la compañía Transocean, que la operaba para BP.

Salazar y Napolitano han dicho que puede tratarse de uno de los desastres ambientales más graves de la historia de EE.UU.