Una mezquita 'parte' el corazón de la Zona Cero
- Un centro musulmán está proyectado a 200 metros del World Trade Center
- Los vecinos consideran que es "un escupitajo en la cara de las víctimas"
- Los promotores defienden que servirá para integrar a los musulmanes
Un ambicioso proyecto para construir una mezquita y un centro cultural islámica a un paso de la zona cero, donde se produjeron los atentados del 11-S, ha provocado la cólera entre los neoyorquinos, aunque también ha aumentado la esperanza de reconciliación en una ciudad que teme más que cualquier otra los actos terroristas.
Una tienda de ropa abandonada es lo que por ahora se ve en el futuro emplazamiento de la mezquita, situada a 200 metros del lugar donde se encontraba el World Trade Center, donde murieron 3.000 personas en los atentados de 2001. Costará entre 85 y 115 millones de euros.
Para el imán Feisal Abdul Rauf, que dirige la organización musulmana responsable del proyecto, este proyecto servirá para revivir una calle de Nueva York dejada en el abandono y cambiará la forma en la que los americanos perciben a los musulmanes.
El imán detalla que en la mezquita habrá un gimnasio, un auditorio e incluso una guardería. "No hay nada parecido en Estados Unidos. Será un centro para todos, no solo para los musulmanes", añade.
Sin embargo los musulmanes estadounidenses están cada vez más en el punto de mira, tanto para el gran público como para los servicios de seguridad, como posible origen de actos de terrorismo.
El último capítulo fue el fallido atentado con un coche-bomba en Times Square, que luego provocó la detención de un musulmán americano de origen paquistaní.
Eso ha llevado incluso a miembros del Congreso proponer una nueva legislación para privar de su ciudadanía a los sospechosos de tener vínculos con organizaciones terroristas.
Críticas en la calle
Sin embargo, debido a la elección de su ubicación, cerca de la Zona Cero, el proyecto es más visto como una provocación.
Así lo creen los promotores del sitio web No hay mezquitas en la Zona Cero, que se ha movlizado contra el proyecto y que acusa a la organización de Rauf de querer imponer esa mezquita.
Otros incluso comparan el caso con la construcción de un centro alemán en el campo de concentración de Auschwitz.
"Es escupir a la cara de todos los que murieron el 11 de septiembre", recoge el periódico Blitz, que se denomina "antiyihadista".
"La mezquita es mala para el barrio", dice Scott Rachelson, de 59 años, que trabaja con personas que reclaman una indemnización por las enfermades relacionadas con los atentados.
Jennifer Wood, de 36 años, que vive en el edificio contiguo al lugar elegido para el proyecto explica que la idea de tener una mezquita enfrente a su angustia. "No sé por qué debe estar aquí. La ciudad es grande."
"Hay aproximadamente mil millones de musulmanes en todo el mundo. No son todos terroristas", responde Mohammed Iqbal Hossain Chowdhury, un inmigrante de Bangladesh que dirige un puesto de periódicos en la calle de enfrente.