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'Alan Moore, La autopsia del héroe'

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Rorschach, la gran incógnita y, sin duda el más humano de los personajes de Watchmen.
Rorschach, la gran incógnita y, sin duda el más humano de los personajes de Watchmen.

"Si a alguién se le puede adjudicar la autopsia del héroe que se produjo en los 80 es a Alan Moore, es el más epidermico y de alguna forma lo que hace es investigar por qué muere el héroe tradicional, su muerte moral y su posterior renacimiento, aspectos que se vieron modificados en gran medida por su labor"

Así opina J.J. Vargas, profesor, crítico y guionista, que acaba de publicar un libro sobre Alan Moore (La autopsia del héroeDolmen Editorial), el guionista más influyente de cómics de los últimos 30 años y, prácticamente el único conocido por el gran público gracias a las películas sobre sus obras, como WatchmenLa liga de los hombres extraordinariosV de vendettaFrom hell La cosa del Pantano.

"Investigar sobre Alan Moore es investigar sobre la historia del cómic de los últimos 30 años porque su sombra ha estado presente a pesar de sus desplantes a las grandes compañías de cómic como DC y Marvel. Con Watchmen surgió la crítica a los superhéroes que hizo avanzar al género"

"Y sólo es una sombra de lo que podía haber sido"

"Parece mentira que tengamos que volver siempre a Alan Moore cuando se trata de reflexionar sobre los héroes; hay otros como Mark Millar, que siguen sus pasos, pero Alan Moore sigue siendo el punto de inflexión dentro de la teórica de los cómics"

"Es posible que esos autores hubiesen podido llegar aún más allá en la autopsia del héroe, pero parte de la culpa es del propio Alan Moore, por su desplante a las grandes editoriales lo que ha llevado a silenciar algunas de sus obras más interesantes, mal publicadas o sin excesiva promoción. Sólo ha quedado una ligera sombra de lo que podrían haber sido esos trabajos de Moore para editoriales como Marvel y DC"

Pero, asegura Vargas, "Alan Moore tomó el camino de la independencia y gracias a eso tenemos obras como From Hell, otra obra maestra"

Entrevista a J.J. Vargas

Una infancia que marcó su obra

"Alan Moore fue expulsado del instituto con sólo 17 años por traficar con LSD, lo que hacía no por lucrarse sino por cambiar su percepción del mundo en plena época Hippie. La cuarta dimensión que siempre comenta, le ha venido de sus experiencias con el LSD, igual que a Hitchcock sacó el suspense de su época de los Jesuitas, a Alan Moore le han dado mucho estas experiencias lisérgicas"

El escritor británico se ha manifestado aficionado al ocultismo en más de una ocasión, algo que J.J.Vargas piensa que es más una pose que otra cosa: "Creo que se saca de contexto el tema del ocultismo en su obra porque el propio Alan Moore no se lo toma demasiado en serio, ya que para el no tomarselo en serio es la única forma de tomarselo en serio, es una de sus paradojas. El critica mucho las religiones clásicas asegurando, por ejemplo, que el problema del cristianismo es tener un Cristo histórico, el asegura que prefiere creer en la idea del Dios y para el el Dios es esa idea. Realmente no tiene importancia el dios sino su simbolismo, lo que representa"

"En realidad no creo que haya un fondo real en toda esa magia y esos conjuros extraños que se trae"-Asegura el autor del libro-.

"Como cómic de superhéroes, Watchmen es aburridísimo"

"Con Watchmen se tocó un techo y el propio Alan Moore ha sido incapaz de superar ese techo. Quizá lo ha podido hacer a través del melodrama con From Hell (La minuciosa reconstrucción de la historia de Jack el destripador). Curiosamente Watchmen es un horrible cómic de superhéroes, como cómic de ese género no funciona. Funciona como reflexión metalinguística sobre la influencia del superhéroe en la cultura estadounidense. A partir de ahí ni siquiera el propio Moore ha intentado seguir por ese camino prefiriendo volver al pasado, a la llamada Edad de Oro de los Superhéroes, volver al mito. Después de Watchmen prefirió volver sobre sus pasos e intentar recuperar las cosas buenas de los superhéroes"

"Alan Moore ha sacrificado al héroe tradicional, resucitando personajes terminales como La cosa del pantano o Miracleman, pero al mismo tiempo que resucitaba a estos héroes los mataba para recrearlos. Parece que la única forma que tiene de reescribir estos personajes es matarlos y revivirlos; de hecho su cosa del Pantano se abre con la autopsia del personaje al que reescribió completamente hasta convertirlo en una fuerza de la naturaleza".

"De Alan Moore se dice que no es un buen narrador porque no cuenta historias sino que establece discurson metagenéricos, pero yo creo que no es incompatible, creo que es un excelente narrador y , a la vez, reflexiona de forma muy profunda"

"Moore asegura que ya no le interesa el cómic, pero..."

"El ha dicho muchas veces que todo ha acabado entre el y el cómic, pero de vez en cuando se descuelga con alguna obrita. No creo que a estas alturas vaya a a escribir algo tan revulsivo como Watchmen, pero de vez en cuando nos sorprende con algún cómic apasionante como La liga de los hombres extraordinarios. Pero ahora su interés se dirige a cosas de música, performances, de ese estilo"

"No me gusta ninguna de sus adaptaciones al cine- asegura J.J. Vargas, es intraducible, el propio Terry Guilliam quisó adaptar Watchmen en los 80 pero tuvo la deferencia de hablarlo con el propio Moore y este le convenció de que era imposible que se convirtiera en película. Porque el hecho de cambiar el lenguaje iba en contra de las propias premisas dela historia. Y eso ha pasado con la adaptación de Zack Snyder, no deja de ser una postalita lujosa, lenta y fría"

En cuanto al legendario mal carácter de Alan Moore, Vargas lo tiene claro: "Yo creo que Alan Moore es un tipo coherente y esa coherencia le lleva a llevarse mal con cierta gente, y corres el riesgo de crearte muchos enemigos. no le conozco pero creo que debe ser un gran tipo"

"Creo que las obras de Alan Moore han tenido la repercusión que merecían, que es algo que no suele pasar, pero si hay una gran obra desconocida de Moore es Miracleman, una obra obra, que cambió el superhéroe unos cuantos años antes de Watchmen, una relectura del héroe de la edad dorada, una especie de Superman a la inglesa que es muy sorprendente; Pero si tengo que quedarme con una sola obra de Moore, quizá sea From hell.

Aquí puedes leer el capítulo dedicado a Watchmen, cortesía de Dolmen Editorial